Inferior, pero competitivo

Por José Miguel Carretero (@carreterojm8) IIIPartiendo de la base de que el Sevilla FC es claro favorito para esta eliminatoria previa de la Liga Europa y que todo lo que no sea pasarla con solvencia será una sorpresa, hay que tener en cuenta que el rival caído en suerte sube bastantes escalones la exigencia requerida para el partido anterior frente al inoperante Mlladost Podgorica. 

El Slask Wroclaw se sitúa a día de hoy en el segundo estrato de la Ekstraklasa (Liga Polaca) en cuanto a nivel e historia se refiere, por detrás de equipos como el Wisla Cracovia, Lech Poznan y Legia Varsovia. El rival del conjunto hispalense cuenta títulos nacionales en sus vitrinas a pesar de no ser uno de los clubes más laureados de su país y sobre todo aún se recuerda con fervor el título de liga cosechado hace tan sólo dos temporadas. Este título vino a corroborar la positiva evolución que llevaba practicando la liga polaca desde hace unos años debido no sólo al aumento de nivel de sus máximos exponentes, sino al crecimiento que habían experimentado los equipos de la zona media gracias a las firmes apuestas de mejora a todos los niveles que impulsó la Federación Polaca.
Así, la Ekstraklasa ha visto cómo paulatinamente han ido llegando mejores jugadores foráneos a sus equipos, han ido emergiendo talentos nacionales cotizados por ligas superiores gracias al cuidado de las canteras y ha ido regenerando a pasos agigantados las estructuras organizativas y profesionales de sus clubes. Los moradores del Estadio Municipal de Wroclaw son un vivo ejemplo de este crecimiento y se han convertido en asiduos de las fases previas europeas, dejando a equipos a priori más poderosos por el camino, sin ir más lejos la eliminatoria anterior a la que les llevará a Nervión dejando en la cuneta al Brujas belga.
En cuanto a su plantilla se refiere, más preparada para jugar con espacios a la contra que para llevar el peso de los partidos, destacar que en su mayoría está formada por jugadores nacionales, algunos de ellos integrantes de la selección polaca, pero en esta temporada se han hecho con algunos jugadores foráneos para que les aporten gotas de calidad y experiencia competitiva. La línea con más nivel del equipo es su centro del campo. Entre estos hombres destacamos a los internacionales polacos Mila, Sobota y Kazmierczak.
El vetarano Sebastian Mila es el futbolista por el que pasa el juego organizativo y ofensivo del equipo, posee buena visión de juego y notables dosis de calidad para trazar pases peligrosos a favor de sus compañeros de ataque.
Sobota es un rápido y dinámico jugador que puede alternar en cualquier demarcación de la segunda línea ofensiva, bigoleador frente al Brujas en la Q3 de la Europa League y muy peligroso con espacios, intermitente en sus apariciones pero siempre atento para ganarle la espalda a su lateral.
Kazmierczak, jugador fuerte físicamente, tiene la experiencia de haber jugado varios años en ligas europeas más potentes como la portuguesa e inglesa.
Apoyando a esta línea del equipo también hay que tener en cuenta a uno de los recientes fichajes de esta temporada, el fino brasileño Dudú procedente de la liga mexicana pero que ya jugó antes en la liga polaca, futbolista zurdo peligroso en el golpeo a balón parado y capaz de poner precisos centros al área sin necesidad de llegar a línea de fondo o de zafarse de su marcador. Más arriba, el fichaje del portugués Paixao y el montengrino Plaku serán sus apuestas para poner en peligro el marco sevillista. 
La línea defensiva del Slask puede sufrir bastante enfrentándose a atacantes de la categoría del Sevilla FC, sobre todo con la segunda línea de tres jugadores que ha creado Unai Emery y que tanta movilidad y velocidad aportan a la vanguardia, algo que sin duda será un quebradero de cabeza constante para los defensores polacos, ya que sus laterales son fácilmente desbordables y se les gana las espaldas con asiduidad, así como sus centrales conceden más remates dentro del área de lo aceptable en la alta competición. Atentos también deben estar los delanteros sevillistas a las segundas jugas concedidas ante la falta de contundencia de la defensa polaca y de su portero, al cuál no hay que dudar en probar en el disparo lejano.
El partido de vuelta en Polonia no tiene por qué significar un agravio para el Sevilla FC, a pesar de que el equipo polaco tienen fama en el país de disfrutar de una afición fiel que sabe imprimir presión en los partidos importantes que disputa su equipo, ya que si se consigue un resultado positivo en la ida que obligue al Slask a salir al ataque, en la vuelta se notarán más las carencias de este equipo y el conjunto sevillista gozará de mayores facilidades.
 
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