Revive el día en que el 'Sevilla David' tumbó a un Goliat (vídeo)

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El Sevilla FC acude a la final como el equipo invitado, parece una mera comparsa, un acompañante. Parece un convidado que debe dar gracias por sentarse a la misma mesa que el noble. El equipo nervionense acude como el equipo que ya lo ha hecho todo y ha llegado al final de su camino. La historia se repite. El 'Sevilla David' se enfrenta al Goliat. En 2006 fue el Barcelona, en esta ocasión el gigante es el Real Madrid.
Pero el Sevilla, como en aquella ocasión en Mónaco, quiere demostrar que en este tipo de partidos todo es posible, y que está donde está no por casualidad, sino por argumentos. Por eso es bueno recordar aquella Supercopa de Europa de 2006. Para refrescar los conceptos, las ideas y los sentimientos antes de prepararse para vivir otra final europea, la del Sevilla en Cardiff. Momentos inolvidable para cualquier sevillista que quiere repetir este martes. Se trata de la tercera final, tantas como campeonatos de UEFA-Liga Europa que tiene.
En el fútbol y en la vida, todo lo que ocurre por primera vez es especial. El 25 de agosto de 2006, dos clubes españoles se enfrentaban en la final. El Sevilla, tras ganar la Copa de la UEFA en Eindhoven por 4-0 ante el Middlesbrough, se vio las caras con el FC Barcelona en la Supercopa de Europa, que se disputó en el estadio Luis II de Mónaco, sede de la final hasta 2012. El campeón de la Champions era el favorito, como casi siempre, por pura lógica. Se trataba del Barcelona de Ronaldinho, Eto’o, y, entre otros, de unos jóvenes Messi y Xavi. El entrenador del equipo culé por aquel entonces era Frank Rijkaard, que llegaba a esta Supercopa después de triunfar ante el Arsenal (2-1) en la final de la Liga de Campeones.
En el partido no hubo color. El Sevilla fue superior en todos los aspectos del juego. Humildad, colocación, saber estar, goles, espectáculo. El Barcelona se quedó impertérrito ante las embestidas del equipo de Nervión. No sabían por dónde meterle mano al equipo sevillista. Un recital de fútbol en toda regla. El Sevilla giraba al son de la batuta del técnico manchego Juande Ramos. La sinfonía hispalense, un deleite para los sentidos. No sabía lo que era perder. Sólo conjugaba el verbo ganar, y lo hacía en todos los tiempos posibles. Poulsen, fichaje de esa temporada procedente del Schalcke 04, se hizo con el mediocampo. Fue clave. Y eso que era seria duda para el partido porque el día 10 de agosto se lesionó en el Colombino por un esguince de rodilla. El danés se retiró lesionado ante el Sporting de Lisboa y las noticias no eran nada halagüeñas para la Supercopa de Europa. El trabajo incansable e incesante de ‘Kiki’ Carvajal, fisioterapeuta del Sevilla entonces, dio resultado. Poulsen llegó al encuentro y Juande lo sacó de titular.
El Sevilla formó con Palop, Dani Alves, Javi Navarro, Escudé, David; Poulsen, Renato, Jesús Navas, Adriano Correia; Luis Fabiano y Kanouté. El brasileño Alves fue designado el mejor jugador del partido. También jugaron Martí, Maresca, autor del tercer gol, y el malogrado Antonio Puerta.
Por el Barcelona jugaron Víctor Valdés, Belletti, Márquez, Puyol, Sylvinho; Xavi, Motta, Deco; Messi, Ronaldinho y Eto’o. Además, Iniesta, Gudjohnsen y Giuly, disfrutaron de algunos minutos en la segunda parte.
En el minuto 7 de partido se adelantó el Sevilla con un gol de Renato. Poulsen empezó la jugada sirviéndole un balón magnífico para Renato, éste le puso en profundidad el gol en bandeja a Luis Fabiano que no pudo batir a Víctor Valdés, aunque Renato de nuevo muy atento al rechace, alojó el balón en el fondo de la portería. Una jugada de tiralíneas. El segundo tanto lo anotó Kanouté de cabeza tras un saque de esquina sacado por Renato y un testarazo desde la frontal de Jesús Navas. El tercero y último, tras una extraordinaria jugada de Antonio Puerta por la banda izquierda, Puyol acabó haciéndole penalti. El gol fue de Maresca desde los once metros.
La Supercopa de Europa de 2006 no fue casualidad y ocho años después el Sevilla tiene la oportunidad de reeditar el triunfo.