Otro jueves de Feria

A pocas horas de que el Sevilla juegue el partido de vuelta de los cuartos de final de la Europa League, es complicado no acordarse de aquel jueves 27 de abril de 2006, jueves de Feria. Hoy vuelve a repetirse un jueves de Feria lleno de ilusión para la afición sevillista, esta vez no es el pase a una final, pero sí a una semifinal que vuelve a abrir el camino de la ilusión. Aquel jueves cambió la historia del Sevilla, un día en el que Antonio Puerta fue protagonista y escribió su nombre con letras de oro en la historia del conjunto sevillista.

A lo largo de la semana, Juande Ramos decidió concentrar a sus jugadores en Cartaya. Todo el plantel era consciente de lo que estaba en juego. El Sevilla, que nunca había jugado una final europea, estaba a las puertas de hacerlo. El entrenador quería que todos los jugadores se evadieran de la Feria y por ello tomó la decisión de llevarse a sus futbolistas. El día del partido, Nervión era un clamor, no se hablaba de otra que no fuera el partido. Ese día, el Real de la Feria era diferente, durante las horas del partido mucha gente se marchó a verlo a los bares de los alrededores de Los Remedios, otros fueron a su casa a verlo, y otros apostaron por lo clásico y fueron al recinto feriante con su radio y sus cascos para poder escuchar el encuentro mientras se comía una tapa de jamón y a la vez sus propias uñas, todo acompañado por una buena copa de rebujito.  
El Sánchez-Pizjuán lució espectacular, las bufandas conmemorativas relumbraron, las mujeres cambiaron el traje de gitana por la camiseta rojiblanca y los hombres: los trajes de chaqueta y de corto por la camiseta del Sevilla. El Sevilla de Juande salió con Palop, David, Alves, Escudé, Saviola, Luis Fabiano, Jesús Navas, Adriano, Martí, Aitor Ocio y Enzo Maresca. En el banquillo esperaba su momento un Antonio Puerta que por aquel entonces todavía era canterano e incluso algunos aún no lo conocían, aunque desde aquel día ninguno se olvida de él. En el minuto 77 de partido, el técnico manchego decidió mover ficha e introdujo al campo a Puerta en sustitución por Adriano. El momento mágico llegó en el minuto 100 de partido. Martí controló el cuero, levantó la cabeza y vio a un jugador del Schalke 04 delante suya, por lo tanto, el futbolista decidió cambiar el rumbo del balón y lo abrió a la banda derecha. Allí lo controló Jesús Navas, que hizo una pared con Dani Alves, y colgó la pelota. En el segundo palo esperaba el balón Antonio Puerta, que sin pensárselo disparó a la portería del meta del equipo alemán. En el momento en el que el futbolista sevillista le pegó al cuero hasta que entró en la red, el tiempo se paró en Nervión, no se sabía lo que iba a pasar, muchos no querían ni verlo, pero finalmente entró. 
Después de que el colegiado señalara el final, la ciudad hispalense fue una fiesta, el Real de la Feria vistió sus mejores galas y la afición sevillista la tomó para celebrar el pase a la final de Eindhoven. El Ayuntamiento de Sevilla programó una recepción con la entidad nervionense y aún queda en el recuerdo de muchos seguidores la imagen de Luis Fabiano y Dani Alves vestidos de corto. Este jueves, el Sevilla vuelve a tener una cita con la historia, otra vez un jueves de Feria.