Con la pólvora mojada

El Sevilla no funciona y muchos se preguntan por qué. Es difícil encontrar una razón al cambio tan drástico que ha dado el equipo en apenas unos meses en cuanto a la intensidad. Pero más allá de eso, de los lesionados, de la falta de fútbol y de los despistes defensivos, hay un detalle ciertamente preocupante. Y ese no es otro que la alarmante falta de gol de un equipo que la temporada pasada lucía una pegada abrumadora. Es cierto que si al equipo le cuesta generar juego, los delanteros lo tienen difícil.

Sin embargo, lo que es a todas luces anormal es que, a estas alturas, tras siete partidos oficiales disputados Gameiro, Llorente e Immobile, el trío atacante sevillista, sólo sumen tres goles entre todos. Y, lo más preocupante, es que únicamente Llorente ha conseguido marcar en jugada, ante el Celta de Vigo. Un tanto que no sirvió para nada. Y es que los otros dos goles de Gameiro han llegado desde los once metros, uno ante el Barcelona en la Supercopa y otro ante el Borussia Moenchengladbach en la Liga de Campeones, en un partido en el que, por cierto, falló otro penalti.
El caso más alarmante es, sin duda, el de Ciro Immobile. No porque el italiano aún no se haya estrenado en partido oficial, sino porque ni siquiera lo hizo en los amistosos disputados durante la pretemporada. El ex del Dortmund sigue sin saber lo que es marcar un gol como sevillista. Después de una mala temporada en Alemania donde no pudo demostrar su capacidad goleadora, el delantero esperaba poder resarcirse en España. Sin embargo, la ansiedad por marcar le está jugando una mala pasada, pues cada vez que sale parece obsesionado con un único objetivo, el de marcar, aislándose más de lo debido del juego el equipo.
En total, el Sevilla ha marcado ocho goles en lo que va de temporada, si bien, seis de ellos están repartidos entre la final de la Supercopa y el choque ante el Borussia. Konoplyanka y Gameiro, con dos, son los máximos artilleros, seguidos por Llorente, N’Zonzi, Banega y Reyes. Cifras muy pobres para un equipo que quiere volver a estar arriba al final de temporada.
Además, el conjunto sevillista únicamente ha logrado anotar en liga en dos ocasiones, ante el Levante y el Celta, en las cinco jornadas disputadas. No obstante, esta sequía goleadora no se veía en el club de Eduardo Dato desde el año 1967-68, siendo los dos peores arranques ligueros, en cuanto a goles se refiere, del Sevilla en toda su historia.