El Sevilla, con un evidente problema en la retaguardia

Que las bajas por lesión son acusadas por cualquier equipo del mundo es una verdad objetiva, pero ésta comienza a perder peso si con el paso de los días, de las semanas, no se encuentran alternativas para paliar estas debilidades. Es el caso del Sevilla FC, que ante el Villarreal sumó una nueva derrota, la cuarta en liga de 10 partidos disputados, y que encajó dos nuevos goles, ascendiendo a 14 la cifra de tantos en contra. Sin Pareja ni Carriço, es cierto, pero con Rami, fichaje de renombre, y con un Kolo que ya cumple más de un año en Nervión. Así las cosas, los de Emery han recibido más goles que los diez primeros clubes de la clasificación. Y no sólo eso, sino que únicamente a seis equipos de Primera le han marcado más.

La media es preocupante, y es necesario realizar variaciones para que no continúe aumentando a este ritmo. La temporada pasada, a estas alturas, el plantel blanquirrojo sumaba 10 puntos más, habiendo marcado 17 tantos por los 14 de ahora, y recibido 10 por los 14 de este curso. Un evidente paso atrás, cuando se afronta un calendario clave para el devenir de las aspiraciones sevillistas. En Champions, más de lo mismo. Si bien es cierto que frente al Borussia Mönchenbladbach el Sevilla dejó su portería a cero, ante la Juventus encajó dos, y contra el Manchester City, otros dos. Ello supuso dos nuevas derrotas, a las que habría que sumarle las dos de liga, y los tres empates, todo a domicilio, donde aún no han ganado.
Unos números (los de goles en contra), sólo empeorados hace dos temporadas. Aquel año, los de Emery eran décimos en la jornada 10, con un punto más que en el presente curso (13-12), y con un choque perdido menos. Pero habían encajado 17 tantos. Aún queda en mente de los sevillistas el empeño de Unai en colocar a Rakitic en posiciones más retrasadas, provocando una falta de equilibrio evidente en el enlace entre la defensa y el ataque. Un desequilibrio que vuelve a salir a la luz dos años después, cuando Banega no está sobre el verde. En la 13-14, el técnico blanquirrojo no quiso culpar únicamente a su defensa de los goles en contra. "El trabajo defensivo es grupal, desde el delantero al portero. El equipo en conjunto tiene que adquirir esos automatismos para recibir menos goles", llegó a decir en varias ocasiones. Este discurso bien podría extrapolarse a la situación actual. Que el plantel se resiente sin Carriço y Pareja es una realidad, pero que muchos de los tantos encajados no son culpa de los centrales, también. Al igual que superó este incisivo directo en un campeonato que finalizó quinto y campeón de la Europa League, el míster vasco tiene ante sí un nuevo reto a superar. La realidad a día de hoy es que Madrid, Barcelona, Celta, Atlético, Villarreal, Valencia, Deportivo, Eibar y Betis están siendo más solventes en la retaguardia, y que si no se revierte esto, las posibilidades de superarlos en la tabla dependerá en exceso de unos goles a favor que tampoco están brillando por su constancia.