Immobile, ¿la versión 2.0 de Iago Aspas?

Del "Immobile está mejorando mucho" a "los cuatro delanteros deben trabajar para ayudar, pero ahora el equipo juega mejor con un sistema con sólo un delantero, por eso Ciro se queda fuera", pasando por "Ciro Immobile está entrenando bien, estoy contento con él, está implicado". Entre estas tres declaraciones de Unai Emery han transcurrido dos meses de competición, y la situación del delantero italiano del Sevilla FC no ha variado. La primera la pronunció el 5 de septiembre, días después de perder ante el Atlético de Madrid. La segunda, en la previa del Getafe, y la tercera, este pasado lunes antes de enfrentarse al Manchester City. Y ante los de Pellegrini volvió el italiano, que incluso fue coreado por la grada sevillista, aunque su posición dentro del equipo recuerda, e incluso empeora, a la de Iago Aspas, con números en la mano.

La lesión de Gameiro le ha abierto la puerta al ex del Torino, y tras tener minutos ante los de Pellegrini podría poseer una nueva oportunidad ante el Real Madrid. Unai no confirma directamente qué ocurre con el atacante. Pese a mostrarse "contento" con su "progresión y sus ganas", no termina de confiar en sus condiciones. Hasta el momento, tras 10 jornadas ligueras y cuatro de Champions, ha disputado únicamente 200 minutos, contando igualmente los 40' que jugó en la Supercopa de Europa. Su bagaje de cara a puerta es de cero goles.
También es más difícil marcar cuando sólo ha dispuesto de una única titularidad, frente a la UD Las Palmas, donde a los 55 minutos abandonaba el terreno de juego sustituido. El Sevilla ha competido en 15 encuentros esta temporada, habiendo participado Ciro sólo en la mitad. De los restantes, ya se ha quedado sin convocar en cuatro. Pese al alto precio de su traspaso (alcanzará aproximadamente los 12 millones de euros cuando se ejecute la opción de compra obligatoria), éste no influye en Emery a la hora de confeccionar el once. No pasa por un buen momento el napolitano, como tampoco lo hacía Aspas la pasada temporada.
Curiosamente, el discurso de Unai era ciertamente parecido al referirse al hoy atacante del Celta de Vigo. El vasco comenzó afirmando que necesitaba mejorar físicamente tras un año sin muchas oportunidades en el Liverpool. Tras ello, repitió en múltiples casos las palabras "implicación", "progreso", y "adaptación", aunque lo cierto es que al finalizar el campeonato disputó únicamente 16 partidos en liga (25 entre todas las competiciones), repartidos en 443 minutos. En ellos vio puerta en dos ocasiones. En total, entre Europa League, Copa y Supercopa, marcó 10 en 935 minutos. Por decisión técnica, se quedó fuera de las convocatorias hasta en 11 encuentros, incluyendo la final de Varsovia. Immobile está repitiendo sus números a estas alturas, e incluso empeorándolos.
A comienzos de noviembre de 2014, el gallego sumaba 188 minutos en Nervión repartidos en 8 partidos -5 de liga (en 10 jornadas) y 3 de Europa-; Ciro, tras las 10 primeras citas del campeonato doméstico más cuatro de Champions, lleva 200 minutos con la elástica nervionense, y divididos en 8 partidos. Aspas sumaba un gol, por cero del italiano. Pero esta comparativa es más negativa aún para el ex del Borussia Dortmund sí se tiene en cuenta que el curso pasado el Sevilla jugó a finales de octubre un encuentro de Copa del Rey, donde Iago fue titular y marcó tres goles ante el Sabadell. Por tanto, si el sevillismo se remonta al 2 de noviembre de 2014 (este mismo día caía en San Mamés por 2 a 1), su antiguo delantero llevaba 287 minutos y 4 goles, una cifra considerablemente más alta que la de Immobile.
Así las cosas, está por ver si la película finaliza con el mismo desenlace. La polémica rodeó a Aspas en alguna ocasión, por broncas con Unai Emery tras calentar en varios encuentros y no ser llamado finalmente para ingresar al verde. Al italiano aún no se le conocen actos de indisciplina con el técnico (al margen de ciertos rumores extradeportivos, que ya han sido desmentidos por el plantel). En su mano tiene desnivelar la balanza y que los seguidores del club de Nervión no le recuerden por ser la versión 2.0 de Iago Aspas en el Sánchez Pizjuán.