El 2015 del Sevilla: la cuarta Europa League, la Champions y la 'guerra' institucional
Por favor, indica por qué quieres reportar este vídeo:
El año 2015 llega a su fin y llega el momento de recopilar cada uno de los recuerdos que se han grabado profundamente en la retina de cada ser humano. En el plano deportivo, y en el bando del Sevilla FC, hay múltiples aspectos a analizar, la gran mayoría de ellos, en un contexto exitoso. La conquista de la cuarta Europa League y la mejor clasificación en cuanto a puntos de la historia de la entidad en Primera división ensombrecen cualquier tipo de duda o irregularidad en el inicio del presente curso de los de Unai Emery.
En ElDesmarque se repasan, particularizando en los momentos clave, cada una de las fechas reseñables del año que finaliza en menos de una semana:
Enero: Adiós a la Copa del Rey
El Sevilla comenzó el año como un tiro. Era quinto en la Liga, a sólo un punto del Valencia pero con un partido menos, y ya había superado al Sabadell en la Copa del Rey.
Su inicio de 2015 fue inmaculado, pues ganó los cinco primeros encuentros. Ante el Celta, el Almería y el Málaga en Liga y los dos al Granada CF en Copa del Rey. Sin embargo, los tres últimos encuentros fueron muy distintos. El Espanyol había eliminado al Valencia en la ronda anterior y parecía un rival asequible en un cuadro en el que no había ninguno de los tres grandes, pero finalmente el Sevilla cayó ante los ‘pericos’ en cuartos de final.
Un planteamiento arriesgado de Unai Emery en Cornellá y un gran partido de los barceloneses complicaron la eliminatoria al Sevilla, ya que cayó por 3-1. En la vuelta, el Sánchez-Pizjuán mostró sus mejores galas con un llenazo, pero el empuje de la hinchada y el del equipo no fueron suficientes para eliminar a los de Sergio. Diogo hizo el primer gol en el 88’, pero no hubo manera de hacer el segundo y el sueño copero se esfumó, dejando a Emery en su peor momento de la temporada.
En medio de la eliminatoria, cayó en Mestalla por 3-1 en un partido marcado por los tres penaltis que señaló Jaime Latre, de los que Bacca falló uno. Perdió el golaverage con los ché y alcanzar el cuarto puesto se convirtió en una empresa muy complicada. En otro orden de cosas, el mercado invernal se cerró y el Sevilla no realizó ninguna incorporación.
Febrero: La gran eliminatoria ante el Borussia Mönchengladbach
La primera victoria liguera del mes le permitió colocarse cuarto, pero tres derrotas consecutivas a domicilio –entre ellas, la del partido aplazado ante el Real Madrid- no le sirvieron para mantener el puesto Champions y el mes acabó con una distancia de cinco puntos con el Valencia.
Pero lo mejor de febrero fue la eliminatoria de dieciseisavos de final de la Europa League. El bombo deparó un duro emparejamiento con el Borussia de Mönchengladbach, y los alemanes demostraron su poderío en Nervión, firmando una primera parte espléndida.
No obstante, Unai Emery sacó lo mejor de sí mismo y en la ida, con un cambio muy protestado por la grada –Diogo por Reyes en el minuto 55-, varió el rumbo del partido y consiguió ganar por 1-0 con gol de Iborra. En la vuelta, su plan también salió a la perfección y venció por 2-3, clasificándose con solvencia para los octavos de final.
Marzo: Un mes inmaculado con el Villarreal como víctima
El Sevilla de Unai Emery ya carburaba como un año antes. El primer día del mes empató ante el Atlético de Madrid en un partido que mereció ganar, y de ahí en adelante todo lo demás fueron victorias.
En Liga cayeron el Deportivo de La Coruña, el Elche y el Villarreal, mientras que en la Europa League se mostró muy superior a los 'groguets', venciendo 1-3 en El Madrigal y 2-1 en el Sánchez-Pizjuán: El Sevilla ya estaba en cuartos de final de ‘su competición’ y la hinchada olía de cerca la final. En Liga, el Valencia no aflojaba e incluso acabó el mes por encima del Atlético, que le sacaba cuatro puntos a los nervionenses.
Abril: Sufrida eliminación al Zenit e invicto en Liga
En el tramo final de la temporada, el Sevilla se convirtió en un rodillo al que era prácticamente imposible derrotar y, de hecho, no cayó ni una sola vez en los ocho encuentros oficiales que disputó en el mes de abril.
En Liga, ganó al Levante, al Rayo y al Éibar, y logró dos empates con sabores muy distintos. Si en la visita del Barça a Nervión fue capaz de recuperar una desventaja de 0-2 con una espectacular segunda parte, en Granada se dejó igualar en uno de los partidos más grises del tramo final.
En la Europa League vivió la que fue su eliminatoria más sufrida, la de cuartos de final. El Zenit se adelantó en Nervión, pero una genial segunda mitad consiguió remontar con los goles de Bacca y Denis Suárez, que habían salido desde el banquillo. En la vuelta, el Sevilla se adelantó pronto, pero dos errores flagrantes de un recién recuperado Beto –que le relegaron a la suplencia definitivamente- dieron alas a los rusos. Finalmente, Gameiro sentenció en una contra y plantó al Sevilla en semifinales con sabor agridulce, pues Nico Pareja cayó gravemente lesionado y aún sigue en el dique seco.
Mayo: ¡Otra vez campeón!
El mes de las flores no comenzó bien. El Sevilla cayó ante el Real Madrid en la que fue su primera derrota en dos meses y medio, pero ya no volvería a caer derrotado en lo que quedaba de temporada.
En la semifinal de la Europa League machacó a la Fiorentina, con un 3-0 en el Sánchez-Pizjuán y un 0-2 en el Artemio Franchi. Los toscanos no tuvieron opción alguna y el Sevilla se plantó en su cuarta final de la competición y volvía a tener la opción de revalidar el título.
En Liga acabó a tope buscando el cuarto puesto que le diera acceso a la Champions por esa vía, y en la última jornada ganó en Málaga y estuvo durante algunos minutos clasificado para la máxima competición continental, pero finalmente el Valencia ganó en Almería y fue el cuarto.
Y la finalísima. Un mayo más, el sevillismo se desplazó en masa para vivir una nueva final europea, la cuarta de la historia del club. El 28 de mayo, con cerca de 12.000 aficionados nervionenses en Varsovia, el Sevilla FC inscribió su nombre por cuarta vez en el palmarés de la segunda competición continental, convirtiéndose en el equipo con más entorchados.
El partido en sí fue de las finales más disputadas y, de hecho, tuvo que remontar para ser campeón. El Dnipro –capitaneado por un genial Konoplyanka- sorprendió al inicio con un gol de Kalinic que remontaron Krychowiak –profeta en su tierra- y Bacca, pero Rotan volvió a igualar antes del descanso. En la segunda, Bacca volvió a marcar en el 73’ y ahí los ucranianos se desfondaron y la cuarta fue para Sevilla.
Junio: La continuidad de Unai
Terminada la temporada y con los ecos de las celebraciones de la cuarta Europa League aún resonando en las mentes del sevillismo, la gran noticia fue la continuidad de Unai Emery en el banquillo nervionense.
Hubo momentos de incertidumbre, pues el técnico de Fuenterrabía había recibido ofertas de equipos como el West Ham inglés o, sobre todo, del Nápoles italiano, con cuyo presidente llegó incluso a reunirse en Nápoles, pero finalmente renovó hasta 2017, ampliando una temporada más su contrato.
En cuanto a los fichajes, el mismo dia 1 confirmó el Sevilla un secreto a voces, que había fichado a Krohn-Dehli. Dos semanas más tarde llegaría Gael Kakuta, mientras que el resto de las incorporaciones fueron en los meses siguientes.
Por el contrario, se confirmaron las marchas de Aleix Vidal, Iago Aspas, Arribas, Fernando Navarro o M’Bia, que acabó su contrato con el club.
Julio: El culebrón Konoplyanka, con final feliz
Ya en el mes de julio y con la plantilla confeccionándose progresivamente, saltaron a las portadas el nombre del que sería el culebrón del verano. El ucraniano Yevhen Konoplyanka, estrella del Dnipro y de su país, estaba cerca de incorporarse al plantel del Sevilla ante la altísima expectación del aficionado.
La calidad que atesoraba (ya mostrada en la final de la Europa League) invadía de pesimismo a Monchi debido al altísimo número de pretendientes, pero contra todo pronóstico, terminó fichando por el cuadro hispalense. Varias decenas de hinchas acudieron incluso al estadio para esperarlo el día que firmó su contrato.
Agosto: Decepción en la Supercopa, fichaje contra la bocina de Llorente y estreno del 'nuevo' Sánchez Pizjuán
Avanzaba el verano. El día 11 de agosto, el Sevilla saltaba al Boris Paichadzis Erovnuli Stadioni de Tbilisi para medirse de tú a tú con el todopoderoso FC Barcelona. Sin algunos de sus jugadores franceses a causa de una salmonelosis (N'Zonzi y Kolo; Rami jugó infiltrado), le plantó cara pese a la derrota. El resultado de 5-4 lo dice todo. Hasta un 4 a 1 llegaron a igualar los de Unai Emery para forzar la prórroga. Banega, Reyes, Gameiro y Konoplyanka fueron los autores de los tantos sevillistas. Por poco no se llegó a los penaltis, pero un tanto de Pedrito, en el 115', dejó al club de Nervión con la miel en los labios.
Avanzó el verano, y comenzaba la liga más ilusionante de los últimos años. Fernando Llorente llegaba a falta de cuatro días del cierre del mercado, congregando a varios miles de seguidores en el Sánchez Pizjuán en su presentación. También Andreolli arribaría a Nervión para cubrir la baja por lesión de Carriço.
Asimismo, en relación al coliseo de Nervión, el club, que llevaba durante todo el verano una reforma interna del mismo, finalizó la primera fase de la remodelación para el choque liguero contra el Atlético de Madrid a finales de agosto. Una nueva imagen para un estadio que seguirá cambiando, para mejor, en los próximos años.
Septiembre: El equipo no mejora y se coloca colista
La liga arrancaba de forma irregular, sin mostrar la imagen autoritaria con la que pusieron fin al curso anterior. Hasta tal punto, que en la jornada quinta, el Sevilla era colista con 2 puntos de 15 posibles. Poco a poco fue remontando el vuelo con buenas actuaciones en casa, no así a domicilio, donde no ha vuelto a ganar en 2015 en liga. Goleada encajada a finales de agosto ante el Atlético de Madrid, empate en el Ciudad de Valencia, derrota ante el Celta de Vigo... muchos lunares para un plantel confeccionado para estar muy arriba. A su vez, fichajes como N'Zonzi, Krohn Dehli, Mariano, Kakuta o Immobile no demostraban el nivel que atesoraban.
Octubre y noviembre: Adiós a la Champions a las primeras de cambio
Tras dejar atrás los puestos de descenso, era el momento de centrarse en la Champions League, competición por la que tanto lucharon el año previo. Sin embargo, esta irregularidad exhibida en liga se trasladó a la máxima competición continental. Contra el Borussia Mönchengladbach empezarían dando buena imagen (3-0 en casa), pero este ritmo decrecería. Derrota en Turín ante la Juventus por 2-0 y ante el Manchester City por 2-1 y 1-3 en el duelo de vuelta. Posteriormente, el 'Gladbach' le pagaría con la misma moneda, goleando en el Borussia Park por 4-2 a los pupilos de Unai y desplazándolos hasta la última posición del grupo.
Diciembre: Reencuentro con la Europa League, y superado el escándalo en Sevillistas de Nervión
La última jornada de la Champions enfrentaría al Sevilla con la Juventus de Turín en el Sánchez Pizjuán. Para quedar terceros en la clasificación de la Champions, por encima del 'Gladbach', tenían que ganar y que los teutones perdiesen o empatasen. Y lo consiguieron. Superaron a la Vecchia Signora por 1-0 y el Manchester City goleó a los teutones, permitiendo al sevillismo soñar nuevamente con su competición fetiche de la cual han sido campeones los dos últimos años: la Europa League.
Por otro lado, la situación institucional del Sevilla parecía romperse por momentos. Las posturas en Sevillistas de Nervión, separadas desde hace años, se volvieron irreconciliables el pasado verano. En el mes de octubre, el día 17, prendió la mecha definitiva cuando el presidente José Castro impidió votar a José María del Nido Carrasco en la Junta Extraordinaria de la sociedad utrerana que poseía el 23% del capital del club al no considerar lícita la compraventa entre este y su padre, el expresidente José María del Nido Benavente. El actual vicepresidente querelló a Castro por ello. La situación entre ambos bandos fue tan crítica, que hasta el mismísimo Roberto Alés tuvo que intervenir reuniendo a ambos en su casa para limar asperezas. Tras varios cara a cara, llegaron a un pacto por el bien del club. José Gómez Miñán y Del Nido Carrasco abandonaban Sevillistas de Nervión, pero con el compromiso bajo firma de apoyar con su acciones individuales el mandato de Castro durante los tres años que le quedan de legislatura. Así se llegó a una Junta que fue más tranquila de lo esperado, aprobándose unas cifras económicas de beneficios históricas. Los consejeros José María Manzano y José González de Caldas anunciaron su dimisión de la dirección del club, como ya hiciese unos meses atrás Jesús León. En su lugar entraron Pedro Ellauri, Luis Galán y José Luis Moscoso.