Sevilla, una vez más... (y II)

Ni siquiera han pasado dos meses de la última vez que el Sevilla FC tocó la pelota en una semifinal. Aquella era de la Copa del Rey y la previa publicada en este medio de la ida ante el Celta arengaba a los futbolistas a que una vez más, llevara a los suyos a una final. La grada le pide cada día a su equipo que le lleve a esos partidos decisivos y los profesionales se lo toman al pie de la letra. Cuando comienza la temporada tienen la opción de llevarles a dos, ya ha concretado una y la otra está en camino.

Este jueves comienza el segundo capítulo, el bis, la repetición, el alargue o la extensión, como quieran de la semifinal que solventó por la vía rápida allá por febrero. Por mucho que aficionado sevillista ya esté acostumbrado a ver a su equipo a estas alturas de competición, tanto en España como en Europa, no significa que falte hambre. A buen seguro, mientras los abonados más antiguos retiraban el miércoles las primeras entradas para la final del Vicente Calderón la conversación más común tenía que ver con el encuentro que, en el Arena Lviv, dirime su equipo este jueves ante el exiliado Shakhtar Donetsk.
Unai Emery lo ha vuelto a hacer. De nuevo, por tercer año consecutivo, ha sido capaz de plantar a su equipo en unas semifinales de la Europa League. Para cualquier equipo del universo es un logro del que sentirse orgulloso, pero el Sevilla en esta competición siempre quiere más. Quiere tocar plata y enseñar, otra vez, su credencial de tetracampeón. Al sevillismo le encanta cuando el presidente y Monchi devuelven un trofeo por el que van a pelear apenas unos días después. El tópico de “volveremos a por ella” suele convertirse en realidad y en este 2016 el futuro se llama Basilea.
Pero ojo, el camino, de momento, es lo más importante y enfrente hay un equipo al que tomarse muy en serio. El bombo de las semifinales de la Europa League era bien fuerte, quizás el que más de los últimos años, lo que provoca que el Shakhtar pudiera parecer la perita en dulce de los cuatro que quedan en liza. La gran temporada del Villarreal y el peso de la historia del Liverpool son argumentos muy sólidos, pero en Donetsk aún recuerdan con frescura cuando fueron campeones y quieren repetir. El de Lucescu es un equipo curtido en mil batallas europeas, un clásico de la Champions League que cuando cae a la segunda competición continental se la toma muy en serio.
De hecho, aunque del precedente de 2007 queda el recuerdo imborrable del gol de Palop, lo cierto es que al mejor Sevilla de la historia le costó sudor y sangre doblegar al conjunto ucraniano en aquellos octavos de final. Del club nervionense no queda nadie, pero en las filas de ‘los mineros’ hay cierta sed de venganza. Por ejemplo su entrenador, Mircea Lucescu, y su capitán, Darijo Srna, estaban en el Donbass Arena el día que el valenciano hizo el milagro. Al sevillismo no se le ha olvidado. A ellos tampoco.
Centrándonos en el partido en sí, el Sevilla ha viajado a Ucrania sabiendo que su escudo pesa, y mucho, en la Europa League, pero nada confiado ante la entidad del rival. Para desgracia de Unai, el equipo llega justito de gasolina al tramo final de temporada, aunque el hecho de haber casi dimitido de la Liga y que el séptimo puesto esté casi asegurado hace que todas las fuerzas se centren ya en esta competición. Por ejemplo Kevin Gameiro estuvo más de diez días sin jugar, algo que es noticia, y regresó en el derbi por la puerta grande. El vasco se llevó a casi todos los disponibles a Ucrania, incluidos los tocados Rami, Vitolo y Tremoulinas. Hay confianza en recuperar a los dos primeros, el lateral lo tiene más complicado. También recupera en esta competición a Banega, eje del equipo que no pudo estar en la vuelta de cuartos ante el Athletic Club. Además, la hinchada se confía a Konoplyanka. El ucraniano ha sido recibido en su país como un héroe y qué mejor lugar para que por fin cuaje el partidazo que todo el mundo espera desde que en julio se confirmase su fichaje.
Como se ha encargado de repetir una y otra vez el entorno del club, el rival de este jueves es un equipo complicado. De hecho, desde que cayera de la Champions a la Europa League, ha arrasado con trece goles a favor, dos en contra, y el Schalke 04, el Anderlecht y el Sporting de Braga en la cuneta. Aunque en el mercado invernal vendió a Teixeira a China por un disparate de dinero, nueve brasileños siguen dando color a una plantilla en la que también figura una de las grandes promesas del fútbol ucraniano, un Kovalenko que a sus 20 años aspira a bajar del trono a Konoplyanka.
Aunque el Sevilla las ha vivido ya de todos los colores, lo que cabe esperar de una semifinal europea es que ésta llegue viva a la vuelta. En esta segunda etapa de la historia de amor del equipo de Nervión con la Europa League aún no se ha celebrado el pase a la final en el Sánchez-Pizjuán. Sinceramente da igual cómo sea si eso sucede, incluso si es con David Soria –que volverá a ser titular pese a su titubeante partido en los cuartos- cabeceando a gol en el 92’. Lo importante este jueves es que el próximo sea el más importante.
Alineaciones probables:
Shakhtar Donetsk: Pyatov; Srna, Kucher, Rakitskiy, Ismaily; Marlos, Stepanenko, Malyshev, Kovalenko; Taison y Facundo Ferreyra.
Sevilla FC: David Soria; Coke, Rami, Kolo, Escudero; Krychowiak, N’Zonzi; Krohn-Dehli, Banega, Konoplyanka; y Kevin Gameiro.