Una final por Paco Gallego

En una tarde de alegrías, ilusión, expectación y ambición, debido a la final de la Europa League que afronta el Sevilla FC ante el Liverpool a partir de las 20.45 horas, llega una noticia triste desde la capital hispalense, dada a conocer por el presidente del club de Nervión, José Castro. El motivo que no permitirá al sevillismo ser plenamente feliz es que Paco Gallego, histórico futbolistas del plantel blanquirrojo (galardonado hace tres años con el VI Dorsal de Leyenda de la entidad), se encuentra en estado muy grave de salud en estos momentos, teniendo que ser sometido a una operación quirúrgica complicada.

Una final por Paco Gallego. Porque él merece más que nadie una alegría. Una alegría, que ojalá no sea la última. Uno hombre sencillo, cariñoso, y sevillista, muy sevillista. Fue un defensa de referencia en la década de los sesenta y también en la de los setenta. Debutó con tan sólo 17 años en el Sevilla de la mano de Antonio Barrios en la 61/62 en Pamplona. En la siguiente campaña ya era titular y hombre habitual en las concentraciones de la selección nacional, con la que sin embargo debuta en el 66, dado que por aquella época no había cambios. Cabe destacar, por ejemplo, que Gallego era uno de los integrandes del plantel español que se proclamó campeón de Europa en el Santiago Bernabéu en 1964.
Su trayectoria en el Sevilla propició que en el verano del 65 fuera vendido, sin ni siquiera él saberlo ni tomar parte en la decisión, al FC Barcelona, siendo esa operación fundamental en aquel momento para garantizar la supervivencia de la entidad. En el Camp Nou Gallego creció aún más como futbolista, se proclamó campeón de Liga, de la Copa de Ferias y de la Copa en dos ocasiones. Tras 10 años como azulgrana, en el 75, con 31 años, Gallego regresó a su casa. Lejos de lo que algunos podían pensar, no volvió para retirarse, sino que ofreció, como siempre, un rendimiento sensacional.
Al final de la 78/79, Gallego decide retirarse con 35 años. El club le dio un partido homenaje, en un choque que enfrentó al Sevilla con el FC Barcelona en el Sánchez Pizjuán. Y en 2013, recibió el VI dorsal de leyenda, acto al que acudieron el presidente de la RFEF Ángel María Villar y el expresidente de FC Barcelona Sandro Rosell. En estos momentos, el risueño histórico jugador nervionense se encuentra en un estado grave de salud, otro motivo más por el que los pupilos de Emery deben alzarse con el título, para dedicárselo a quien defendiese la elástica sevillista en 207 encuentros.