Carriço y la luz al final del túnel

No está siendo la mejor temporada posible para Daniel Carriço. El central portugués siempre ha estado ligado a las lesiones musculares desde que llegó al Sevilla, si bien en cada temporada había conseguido superarlas para aportar un buen rendimiento al equipo. Lo cierto es que en la actual campaña, al defensor luso no le está acompañando la fortuna.

Desde que arrancó la temporada, Carriço sólo ha jugado siete partidos en todas las competiciones. Cuatro de Liga, uno de Copa, uno de Champions y la final de la Supercopa de Europa contra el Real Madrid. Sus últimos minutos datan del 30 de noviembre cuando el Sevilla se midió al Formentera en la ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. En aquel encuentro, el central se marchó con molestias en el recto anterior de su pierna izquierda.
En el comienzo de la campaña una sanción que arrastraba de la temporada anterior le hizo perderse los partidos de la Supercopa de España frente al Barcelona. Posteriormente, Carriço sólo pudo jugar un minuto en el primer partido de Champions ante la Juventus, el único en toda la fase de grupos. Más tarde, reaparecería en Éibar. También se marcharía tocado de tierras vascas.
Su vuelta llegaría algo más de un mes después frente al Sporting en Gijón. Completó también el siguiente partido frente al Barcelona y jugó de titular ante el Deportivo. En el descanso y con la remontada en la cabeza, Vitolo lo sustituyó. Tras el choque en Galicia, una contractura dejó a Carriço fuera de la convocatoria en la última jornada de LaLiga Santander frente al Valencia. Volvió para la ida contra el Formentera y sus molestias en el recto anterior se repitieron. 
Titular en las tres finales de Europa League de la época reciente, después de más de dos meses sin competir, uno de los capitanes del Sevilla a vuelto a una convocatoria para recibir al Villarreal.