No hay tres con estos cuatro
El Sevilla puede ir olvidando la tercera plaza de la Liga, esa que ocupó durante tanto tiempo por méritos propios y ve alejarse ahora por deméritos también propios. En La Rosaleda, ante el Málaga, el equipo nervionense dejó ver algunas cosas buenas pero bastantes malas, esas que han provocado que baje el rendimiento en esta segunda vuelta. Los fallos defensivos, protagonizados esta vez por Pareja, la falta de continuidad en el juego, la pérdida del centro del campo, la irregularidad y la falta de pegada en momentos puntuales provocaron que se fuera el equipo hispalense goleado incluso de Málaga. Un Málaga que jugaba uno de sus partidos del año y que demostró precisamente lo contrario, cómo pegar sin necesidad de enarbolar demasiado.
La derrota del Sevilla aleja pues la tercera plaza a tres puntos más el golaveraje. Y aunque no sería justo decir que compromete la cuarta, con cinco puntos de ventaja sobre el quinto a falta de tres jornadas, sí que sigue exigiendo concentración máxima y elimina la posibilidad de descuidos, pues el viernes tiene otro partido importante el Sevilla ante un rival importante, la Real Sociedad.
El de la Rosaleda fue el partido de Vázquez, que hizo un gran encuentro y marcó dos goles, y fue el gran encuentro del deseado Sandro Ramírez, que marcó uno, asistió en otro y provocó el penalti. Si tenía que lucirse, que tome nota Óscar Arias. Sería un fuchajazo. Pero también fue el encuentro de los fallos de Pareja, de la pérdida de protagonismo de N'Zonzi o la inocuidad de los delanteros, empezando por Ben Yedder, continuando por Jovetic, que apenas aportó cuando salió, y acabando por la casi desidia de Vietto, cuya ausencia en el partido ni se hubiera notado. No supo manejar bien el partido el Sevilla en momentos claves y el rudimentario plan del Málaga salió triunfador.
El Sevilla no supo manejar bien los momentos claves del encuentro, ni cuando se puso 0-1 ni luego cuando logró empatar a dos goles
Los partidos en Málaga casi siempre son muy intensos y competitivos porque para el Málaga el partido ante el Sevilla siempre será intenso y competitivo. Es uno de los partidos de la temporada para el equipo de la Costa del Sol y se nota en cada balón dividido, se nota en la animadversión de la grada y en la intensidad de los locales. Ante eso se pueden oponer dos cosas. Intensidad y competitividad, por supuesto, y el Sevilla la tuvo, y al mismo tiempo cabeza fría para intentar hacer valer la superioridad que el Sevilla debía y podía mostrar ante su rival.
En realidad fue lo que pasó. Primero fue el Sevilla intenso, competitivo, respondió al Málaga con las mismas armas, incluso la misma agresividad, y luego con los minutos fue imponiéndose poco a poco con fútbol y con balón. Sin apabullar, el Sevilla jugaba en campo contrario, provocaba pérdidas del Málaga y las aprovechaba. Vázquez, Ben Yedder, Sarabia y Correa lograban con movilidad descolocar a la zaga malaguista y abrir huecos. Es verdad que no siempre culminaban las acciones sevillistas con remate, pero esa fórmula de presionar, no dejar que el Málaga jugara cómodo, casi le curó en salud toda la primera mitad, en la que Sergio Rico casi ni intervino.
Le valía y le iba bien el plan al Sevilla, más aún cuando Vázquez, tras una gran jugada iniciada por él con caño incluido, adelantó al equipo de Sampaoli, mejor que su rival. Correa incluso pudo aumentar la ventaja en una jugada siguiente, pero el fútbol es fútbol y el argentino la tiró alta y no acertó con el marco solo ante Kameni. Apenas unos instantes después Fornales no tuvo el mismo problema. Ante la pasividad de Escudero en defensa la clavó en la escuadra de Rico haciendo buena casi la única oportunidad malaguista.
Y de la efectividad hizo bandera el Málaga porque sin generar mucho más peligro incluso se puso por delante en el marcador cuando apenas había arrancando la segunda mitad. Falló Pareja en un despeje y la pelota se le quedó a Sandro, que puso la quinta, pisó área y batió por bajo a Sergio Rico. El canario está en racha y un balón muerto se convirtió en gol.
Por suerte no tardó en volver a meterse en el partido el Sevilla, porque apenas siete minutos después de nuevo el marcador se igualó. Si Pareja dejó muerto un balón, Muñoz devolvió el regalo incluso dentro del área. Franco Vázquez, lo mejor del Sevilla junto a Correa, se revolvió resuelto y con un amago y un toque sutil anotó el segundo nervionense.
El Sevilla tuvo fases buenas de juego, pero sin continuidad, entrecortadas, y esa falta de consistencia unida a los fallos defensivos fueron letales y acabaron hundiendo a los de Sampaoli
Entró entonces el partido en una fase buena de juego del Sevilla, que tuvo varias ocasiones para remontar, sobre todo un remate de Iborra que rechazó Kameni por dos veces de forma increíble. Parecía enchufado Correa y jugaba con soltura en ataque el equipo hispalense, pero ese ímpetu se vio frenado poco a poco conforme avanzaba la segunda mitad. Con faltas, interrupciones... el caso es la continuidad en el juego sevillista se fue desinflando hasta desaparecer. Y como el Málaga estaba en la excelencia de la efectividad, no marcar cuando se tienen oportunidades se convirtió en letal. De nuevo Sandro, esta vez como asistente, fue decisivo asistiendo de forma espectacular en una falta a Llorente, que marcó de cabeza y puso por debajo de nuevo al Sevilla a falta de un cuarto de hora.
Ahí ya el Sevilla ni pudo ni supo reponerse. Perdió la referencia del partido, de la pelota y cayó en el juego del Málaga. Nadie sosegó ese frenesí propiciado por el rival y cayó el equipo de Sampaoli en la trampa de Míchel. Hasta el punto de que el equipo nervionense salió hasta goleado y recibió un cuarto gol propiciado por un penalti en el que tuvo más que ver Martínez Munuera que Pareja, que no hizo nada por derribar a Sandro, salvo existir. El caso es que el canario tiró, y para una vez que detiene Sergio Rico una pena máxima, apareció Juankar para hacer el cuarto gol.
La derrota deja a las claras que el Sevilla debe dedicarse ya a amarrar la cuarta plaza, que aún no lo está a falta de tres jornadas, y casi olvidar lo de la tercera plaza, porque no está para competir con la fiabilidad del Atlético de Madrid.
Quedan tres partidos y el Sevilla cuenta con cinco puntos de colchón sobre el Villarreal, o lo que es lo mismo, el colchón y la frontera de la Liga de Campeones.
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Para mi, Monchi ha dejado una plantilla corta y medianita, lo mejor que pudo dejar, hubiera sido su cláusula, pero el inútil de Castro se la perdonó, el pobre estaba muy cansado...... después de tanto viaje para hablar con La Roma sería.... Los cedidos .....cero, los fichados..... 5 raspado.... la plantilla .....normalita, el presidente.... CERO ROTUNDO
Esta es la realidad de nuestro equipo. Ya era ficticio el tercer puesto porque los resultados estaban muy por encima del juego, con partidos ganados sin saber cómo , las palmas en casa por ejemplo. Ahora veremos si quedamos cuartos siquiera.
Para Pacosfc: Independientemente de lo del arbitro, tienes que estar conmigo que con una defensa asi no se llega a ninguna parte y sera que yo soy muy critico pero a Sergio Rico le meten goles de patio de colegio por otro lado y sigo con las criticas el Endiosado Monchi nos a dejado como despedida un Plantillon DE COJONES. Una defensa pasada de años cuatro futbolistas prestados y sin un delantero Top asi que entre el cansancio del Chirigotero,El equipo fundido y los problemas de la anunciada Marcha de Sampaoli No toda la culpa es del arbitro que por supuesto tiene parte de la misma pero El Malaga ayer lae gano al Sevilla,f.c. Por que le puso mas Huevos.
en la previa del partido, el desmarque decia que este árbitro era propicio para el Sevilla, cuando la realidad dice que cada vez que nos ha pitado nos ha machacado. Este tipo además de mal árbitro es antisevillista. Supongo que como valenciano estará todavia dolido con el mbiazo. http://sevilla.eldesmarque.com/sevilla-futbol-club/92323-un-arbitro-propicio-para-visitar-la-rosaleda