Por una dulce Navidad

Se acaba 2017 con una sensación desagradable. Aunque el Sevilla FC está donde acostumbra, arriba, su hinchada, siempre fiel a la par que exigente, no augura que 2018 sea año de bienes a tenor de lo que ve, especialmente en los últimos tiempos.

La mala imagen de Maribor, la pésima de Madrid y la continuación de esos malos tiempos con el insulso empate ante el Levante han amargado las fechas prenavideñas a los sevillistas. El equipo, que no es que haya hecho un fútbol angelical desde que comenzó la temporada, vuelve a atravesar un doloroso bache y ya van dos en pocos meses. Demasiado.
Berizzo, tras casi 1.000 kilómetros en tren, volverá a sentarse en el banquillo del equipo. La noticia sigue siendo genial, pero ya en primera persona le toca buscar soluciones a un conjunto de fichajes millonarios que no casan entre ellos. No hay plan. El Sevilla juega a arreones y con una idea de juego inexistente es imposible que siempre salga cara. Es más, de momento ha salido cara en la mayoría de las veces, pero demasiadas para lo que se ha puesto en el asador.
A San Sebastián llega el conjunto nervionense con la defensa en cuadro. De hecho, sólo tiene a cuatro disponibles y dos juegan de lo mismo, por lo que Geis tendrá que volver a reconvertirse y hacer pareja de centrales con Kjaer. Por la derecha estará Corchia, que vuelve por obligación tras la baja de Mercado. El Sevilla necesita como el comer un lateral derecho ante la evidencia de que el argentino es un buen central… y ya está. Aún le queda algo de crédito al galo, pero poco, por lo que tiene ante sí una oportunidad única de reivindicarse.
Pizarro y Banega son fijos en la medular y las dudas empiezan más adelante. Y hay dudas porque el caudal ofensivo del Sevilla en los últimos tiempos está siendo flojo, casi nulo, por ello para este cronista es casi imposible decidir quién está mejor para cada puesto, pero lo peor es que a Berizzo le pasa lo mismo. En la portería pasa tres cuartos de lo mismo, pero quizás no esté el día para que no juegue el teórico titular.
La Real Sociedad está dando hasta ahora la cara mala más que la buena. Por suerte para los visitantes, la de arena la da casi siempre en Anoeta, donde sólo ha ganado dos de los ocho partidos que ha disputado. Sus números defensivos invitan al optimismo de los rivales, aunque en el caso de los sevillistas hay que serlo mucho teniendo en cuenta el escasísimo bagaje ofensivo del equipo. Los de Eusebio suman cinco partidos sin ganar y sólo han ganado dos de los últimos 13. Datos para la tranquilidad… o para el terror teniendo en cuenta la sensación de cada aficionado de cada equipo de que los suyos tienen tendencia a resucitar a los muertos.
Para la afición txuri urdin será un día especial por la despedida de Carlos Vela. El mexicano, clave en los éxitos recientes de la Real, se despide para marcharse a la MLS americana en el próximo 2018. No pocas veces le hizo un lío al Sevilla. Que le vaya bonito.
El polvorón futbolístico navideño está muy cerca de atragantársele al sevillismo y también a Berizzo. La hinchada también tiene ya en el horizonte al derbi, y nadie quiere una previa de más de quince días adornadas con las malas sensaciones, con cenas familiares repletas de cuñados béticos… Que no tengan que pasar ese trago.