Sergio Rico se redime desde los once metros
Lo rápido que cambian las cosas en esto del fútbol. Apenas 45 minutos le han valido a Sergio Rico para recuperar la confianza perdida y desatar la locura del Sánchez-Pizjuán. El guardameta sevillista desplegó un recital de estiradas en la primera mitad ante el Girona, con una actuación que evitó un botín mayor para el Girona y que se erigió como decisivo en los intereses del Sevilla en esta primera mitad.
Pese a las críticas suscitadas en las últimas semanas Sergio Rico parece haberse repuesto a la perfección tras la alegría copera, con unos frutos que han llegado en la cita ante el Girona. El canterano evitó hasta en tres ocasiones el gol del conjunto visitante, con dos estiradas que sirvieron de antesala a su mayor intervención. Muriel cometió una pena máxima cuando la primera mitad comenzaba a expirar y cuando todo apuntaba a que los visitantes se adelantarían en el marcador apareció el sevillista.
Sergio Rico adivinó las intenciones de Aday desde los once metros para evitar su ocasión y redimirse en las acciones desde esa posición. El del Girona es el segundo penalti que para el guardameta desde que debutó en la élite, por los nueve que ha encajado y los otros dos que se marcharon fuera. No obstante este tuvo un premio especial, ya que el primero que atajó fue ante el Málaga y el rechace le cayó a, curiosamente, Sandro para que este anotara el gol.