El último brindis en la Copa del sombrero
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Ocho años. Algo menos de una década desde la última vez que el Sevilla alzó un trofeo que aún recuerdan por el Sánchez-Pizjuán, pues supuso el punto clave para la transición entre la primera y la segunda etapa gloriosa del conjunto sevillista en el presente siglo, iniciando así una necesaria regeneración que ha terminado encumbrando a los de Nervión entre los más colosos del continente.
El Sevilla llegó aquel 19 mayo de 2010 tras tres años de sequía, en los que el equipo logró regenerarse para forjar un nuevo equipo histórico en la entidad. Respeto SFC, esas fueron las palabras escogidas por una hinchada que marcó el camino, que dejó muy claras las intenciones del equipo.
Los de Antonio Álvarez se colaron en la final tras eliminar a Atlético Ciudad de Murcia, FC Barcelona, Deportivo y Getafe. El técnico de Marchena había relevado a Manolo Jiménez, que fue el que llevó al equipo a la final. Él y el sombrero de la suerte del presidente José María del Nido, que lució en todas las rondas y también en el partido decisivo. De hecho, el club le regaló una réplica a cada aficionado.
Palop, Konko, Squillaci, Escudé, Luna, Renato, Zokora, Jesús Navas, Capel, Negredo y Kanouté fueron los once protagonistas que saltaron al verde del Camp Nou. Una cita en la que Diego Capel abrió el camino, golpeando primero tras un rechace que recogió en la frontal y terminó mandando al fondo de las mallas.
Tras el tanto inicial, el Atlético de Madrid logró reponerse y buscar el empate mediante los Agüero, Forlán y compañía pero la presión sevillista terminó por asfixiar a los colchoneros y Jesús Navas terminó sentenciando la final. Rondando el final del encuentro, el palaciego corrió más que nadie, recogió un balón dividido y terminó sorteando a De Gea para poner el 2-0 definitivo.
