El 'clausulón' de Promes
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Quincy Promes: desequilibrio, velocidad... y goles
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Quincy Promes llega a Sevilla y se va al Sánchez-Pizjuán
Uno de los principales objetivos de Joaquín Caparrós como nuevo director de fútbol del Sevilla FC era adaptar las cláusulas de rescisión a la realidad del mercado de fichajes en la actualidad. No ha sido fácil en algunas negociaciones, pero sí ha conseguido ponerle una prohibitiva para casi todos los clubes del mundo a su última incorporación, Quincy Promes.
Tal y como ha desvelado ABC, el holandés ha firmado un contrato cuya cláusula de rescisión está fijada en 150 millones de euros. En el Sevilla tienen claro que el ex del Spartak de Moscú va a triunfar en Nervión. Es joven, tiene 26 años, y mucho margen de mejora, así que han decidido blindarle.
La de Promes es, pues, la cláusula de rescisión más alta de la historia del club nervionense. Supera en 50 ‘kilos’ a la que el club le puso en 2003 a José Antonio Reyes, de 100 millones de euros. Sin embargo, el utrerano acabó marchándose por unos 35 millones de euros al Arsenal londinense apenas seis meses después.
En las oficinas de LaLiga Santander se ha convertido casi en costumbre en los últimos años que un equipo llegue y pague la cláusula de rescisión de un futbolista del Sevilla, normalmente algo menos a lo que se viene pagando en el mercado. Lenglet y Vitolo han sido los últimos, aunque en traspasos como el de Steven Nzonzi o Kevin Gameiro no se ha llegado a esas cantidades ya que la cláusula suponía un tope nada beneficioso para el Sevilla.
El primer futbolista en marcharse previo pago de la cláusula de rescisión fue Sergio Ramos, en 2005. Posteriormente se acogieron a este modo otros como Seydou Keita, Geoffrey Kondogbia y Fede Fazio, mientras que Carlos Bacca se fue al Milan por los mismos 30 millones que figuraban en su cláusula de rescisión, aunque los italianos negociaron para no tener que pagarlo todo de un tirón. También Éver Banega hizo uso de una cláusula de 1,5 millones de euros para marcharse al Inter de Milan. Los dos últimos fueron Vitolo y Lenglet, aunque también hay que sumar a los entrenadores Unai Emery y Jorge Sampaoli, que pagaron su libertad pese a tener contrato con el Sevilla.
Ahora surgen muchas voces que reivindican que España deje de ser uno de los pocos países con esta práctica. Por si acaso, el Sevilla ha blindado a Promes.
El pago de la claúsula de rescisión solo beneficia a los grandes y merma a los equipos con menos presupuesto. También sería bueno y muy importante que acabara con el caciquismo televisivo y que el reparto fuera más equitativo para el resto de equipos de la liga española como propuso en su día Del Nido y así acabar con la supremacía del madrid y del barça, porque es vergonzoso una liga de tiempos de la dictadura, dónde los únicos que pueden optar a ganarlas sea siempre los mismos.
Me gustaría ver las gafas