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El corazón sevillista de la revelación de la 2. Bundesliga
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El corazón sevillista de la revelación de la 2. Bundesliga

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Marcos Álvarez, jugando con el Osnabruck.
Marcos Álvarez, jugando con el Osnabruck.

Si se le dice a un sevillista –o a un bético- el nombre de Marcos Álvarez seguro que le suena. Sin embargo, esta pieza no va sobre el preparador físico que fue pieza clave en el cuerpo técnico de Juande Ramos que encumbró al Sevilla FC y que ahora está en el eterno rival, sino de uno de los delanteros más en forma de la 2. Bundesliga. Una de las grandes revelaciones de la segunda categoría alemana.

Marcos Álvarez juega en el Vfl Osnabruck, uno de los equipos más modestos de la segunda categoría alemana, a la que ascendió el pasado verano tras nueve temporadas lejos de ella. El representante de una ciudad pequeña de la Baja Sajonia nunca ha jugado la Bundesliga, pero hasta el momento camina con cierta tranquilidad en la novena plaza, aunque sólo a tres puntos de los puestos calientes. Álvarez es su delantero, lleva allí desde 2017 y ha marcado 44 goles en 154 partidos, dando además 28 asistencias. Siete de esos goles son de esta temporada y está bien colocado en la tabla de máximos goleadores de la categoría.

El atacante nació en Alemania, en Gelnhausen, hace 28 años y su nombre delata que su familia fue de las que emigró a Centroeuropa desde España. Además, tiene “un poco de acento andaluz” y mucho de gen futbolístico. Marcos Álvarez es sobrino de Antonio Álvarez, uno de los mejores jugadores que ha dado la cantera sevillista, y de Juan, que también jugó en el primer equipo sevillista. Su padre, Julio, nunca regresó a España llegó a la segunda alemana y se convirtió en entrenador. Actualmente lleva los asuntos de su hijo.

Marcos ha pasado por clubes como el Eintracht de Frankfurt –con el que debutó en la Bundesliga-, el Bayern Múnich en su cantera o el Dynamo de Dresde, e incluso ha jugado en las categorías inferiores de la selección alemana, pero su corazón es sevillista, tal y como desvela en una entrevista que ha concedido a ElDesmarque en exclusiva.

- Habla español perfectamente.

- Con un poco de acento andaluz. De pequeño siempre iba a Sevilla de vacaciones. Lo que quiero decir lo digo bien pero algunas veces me faltan palabras.

- El fútbol le viene de familia.

- Mi familia es totalmente de futbolistas, con mi tío Antonio Álvarez, Juan Álvarez, mi abuelo –jugó en el Jerez Industrial-, mi abuelo materno –Umberto Brugnera- jugó en Italia y Alemania. Naci con el futbol.

- ¿Y el sevillismo?

- Siempre he tenido contacto con la familia que vive en Sevilla, con Antonio que estuvo de entrenador. De pequeño siempre he tenido un corazón que era del Sevilla. Aunque me he criado en Alemania, el Sevilla es un club que es algo espectacular para mí. El Sánchez-Pizjuán es maravilloso, los Biris son muy buenos, siempre hay un buen ambiente con ellos, con muchas canciones, siempre ayudando al equipo y eso es una cosa que no tienen todos los clubes. El Sevilla siempre me ha gustado.

"De pequeño siempre he tenido un corazón que era del Sevilla. Aunque me he criado en Alemania, es un club que es algo espectacular para mí. El Sánchez-Pizjuán es maravilloso y los Biris son muy buenos. El Sevilla siempre me ha gustado"

- Ha tenido la oportunidad de entrenar con la cantera y con el primer equipo sevillista ¿Nunca ha tenido ocasión de jugar en el Sevilla?

- La verdad es que no. Nací y siempre he estado en Alemania, jugué en muchos equipos de aquí, pero nunca en un equipo de España. Estuve una vez, cuando estuve lesionado de la rodilla, con mi primo Alejandro Álvarez, médico del Sevilla Atlético. Mis tratamientos los hice allí. Tuve la ocasión de entrenar dos o tres veces con el primer equipo, eso fue un pequeño sueño. Tener la ocasión de entrenar con jugadores grandes como Rakitic o Marko Marin, futbolistas que conoces normalmente de la televisión, y yo he tenido la ocasión de estar con ellos en el campo.

- ¿Ha visto jugar a su tío Antonio?

Marcos Álvarez, junto a su tío Antonio.
Marcos Álvarez, junto a su tío Antonio.

- No en directo, pero sí en algunos vídeos de los que tiene él en casa. En la época en la que él jugaba, siempre le digo que era muy lento, muy tranquilo… pero él me dice que se jugaba más al fútbol, que técnicamente era más difícil jugar. Porque hoy cuando tienes fuerza y estas bien el fútbol es más rápido. Siempre bromeamos. Se veía la calidad que tenía cuando tenía el balón. Era otro futbol.

- ¿Qué relación tiene con él?

- Cada semana cuando juego, si él puede los ve por Internet o por la televisión alemana. Hablamos y me dice si he hecho un buen partido, o si tengo fallos. Me sigue él y yo le sigo cuando está metido en el fútbol. Mi padre tiene seis hermanos y tenemos siempre contacto entre la familia, eso es muy importante. Aunque yo soy alemán, cada semana hablamos por teléfono o por Whatsapp con la familia de España.

- ¿Venía mucho a España de niño? ¿Qué recuerda de sus visitas a Sevilla?

- En Alemania hay seis semanas en el verano, todas las vacaciones las pasábamos en Sevilla o en Chipiona. Vi muchos partidos de pequeño, con la camiseta del Sevilla siempre puesta, no me la quería quitar, y en la playa con un bañador del Sevilla. Son cosas que ha tenido la familia siempre. Toda la familia tiene corazón sevillista. También a mí me lo han hinchado de sevillismo.

"Vi muchos partidos de pequeño, con la camiseta del Sevilla siempre puesta, no me la quería quitar, y en la playa con un bañador del Sevilla"

- ¿Sigue viniendo?

- Si podemos y hay tiempo vamos a España. El año pasado estuve en Sevilla porque mi prima se casó y también voy a visitar a mis abuelos. Cuando puedo sigo yendo a Sevilla pero no es tan fácil como si estuviera en un trabajo normal, en el fútbol solo hay vacaciones en verano y en invierno.

- ¿Ha estado alguna vez cerca de jugar en España?

Marcos Álvarez, con el Osnabruck.
Marcos Álvarez, con el Osnabruck.

- Tenía una oferta del Atlético Baleares hace tres o cuatro años, cuando empezó a subir, querían subir a Primera y tenían jugadores con experiencias en ligas altas. Me hicieron una oferta, pero como tenía la rodilla lesionada el año antes de la oferta, y ellos juegan en césped artificial, eso no lo podía hacer. Ahora tengo 28 años y estoy en la Bundesliga 2, que es una competición muy fuerte. Un sueño mío cuando pueda es ir a España. Sería ‘guapo’ jugar tres o cuatro añitos en la tierra de mi padre.

- ¿Cómo ve al Sevilla actualmente?

- La última vez lo vi cuando jugó contra el Betis, en el último derbi. Depende de cómo estén el Real Madrid o el FC Barcelona, que son dos equipos muy fuertes, pero después está el Sevilla. Cada año tiene un equipo muy bueno y creo que con gente como Carriço o Navas, que tienen mucha experiencia, pero con jóvenes también como Ocampos, o incluso De Jong… que tienen un nivel de Champions League. Creo que puede acabar entre los tres primeros.

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