Viejos problemas, viejas soluciones
Así se consiguen cosas, ganando con solvencia partidos con actuaciones no muy brillantes. No le resultó sencillo al Sevilla FC conseguir la primera victoria de la temporada ante un buen Cádiz CF, que jugó de tú a tú durante casi una hora hasta que Julen Lopetegui movió el banquillo y su equipo dijo que ya bastaba de sestear.
El entrenador de Asteasu se ha revelado como un perfecto lector de los partidos. Desde otro que nació 40 kilómetros más al oeste en la misma Guipuzcoa no se recordaba un entrenador capaz de cambiar el sino de los encuentros con sus decisiones desde el banquillo.
En-Nesyri ha comenzado la temporada con el pie izquierdo. Nunca mejor dicho. Al fallo que apartó al Sevilla de su segunda Supercopa de Europa le ha seguido un partido calamitoso del marroquí en Carranza. Algo así como el recuerdo de los peores partidos de los delanteros de la temporada pasada. Y es que el Sevilla ha comenzado con el mismo problema grave del curso pasado. Dio para ser campeón y lograr los objetivos entonces, pero necesita un puntito más para aspirar de verdad a todo y competir con una Champions de por medio. ¿Quién no se acordó de la época de Negredo viendo al vallecano cuajar un buen encuentro? ¿Y de los que le antecedieron y sucedieron?
Precisamente ese puntito necesario llegó una vez más desde la cabeza visible del banquillo. El gran punto fuerte de Lopetegui y, por tanto, de uno de los equipos de moda. Hay entrenadores que aún no se han enterado de cómo va esto de los cinco cambios, y el sevillista lo lleva mega estudiado desde el mismo hotel. El nervionense es uno delos equipos que mejor han gestionado el fútbol de la ‘nueva normalidad’ y parte del secreto es la gestión de esta novedad.
Hay entrenadores que aún no se han enterado de cómo va esto de los cinco cambios, y el sevillista lo lleva mega estudiado desde el mismo hotel
A lo que íbamos. Con el equipo cayéndose por el sumidero en el campo de un voluntarioso pero limitado recién ascendido, Lopetegui también se cansó de En-Nesyri -al que aún cabe esperar todo sea dicho- y colocó a aquellos que han asegurado goles. Munir en el tramo final de la pasada Liga y De Jong como héroe de la Europa League. Soluciones que dieron resultado, con goles y asistencias, más un Joan Jordán que parece teñido de rubio para ir pareciéndose cada vez más a Banega.
Y sin salir del banquillo pero siendo siempre fundamental. Don Jesús Navas. Ese Benjamin Button al que le da igual el Bayern que el United que el Cádiz. Ese hombre que siempre está ahí para desatascar. A viejos problemas, viejas soluciones.