Expediente K: el ritual clave del Sevilla desde hace 17 temporadas
-
¿Es un central o un atacante?: caño a Umtiti y golazo de Koundé
-
Carlos Fernández: el niño que miraba a Kanouté
La 2003/2004 fue la última temporada en la que el Sevilla FC jugó sin cumplir una regla, oculta para casi todo el mundo, y que se ha repetido desde entonces durante 17 temporadas seguidas. Hablamos del Expediente K.
Se trata del ritual por el que el equipo de Nervión se las arregla cada año para contar en su plantilla con al menos un futbolista cuyo apellido empiece por la K. Así, de primeras, no parece una de las iniciales habituales de los apellidos que suelen oírse a orillas del Guadalquivir.
Hay que irse al lejano Oriente (Kiyotake), a Europa del este (Konoplyanka) o a África (Kanouté) para encontrar nombres con la K. Pues bien, la directiva del Sevilla lleva 17 temporadas encontrando la manera de que a su plantilla no le falta su jugador K.
Veamos qué piensa la gente de este misterio que, además, coincide con la mejor racha histórica del club: 6 Europa League, 2 Copas del Rey, 1 Supercopa de Europa y 1 Supercopa de España.
Y todo desde aquel Kepa de la temporada 2004/2005.
En la temporada 2013/14 no hubo ningún futbolista en la plantilla cuyo apellido empezara por K
K de "Kopas" (supongo que en vasco). Ese es el único ritual que existe aquí desde hace 17 años, muchas "Kopas".
Seydou Keita, Abdolay Konko, Alexander Kerzakhov también estarían en el expediente "K"