Los altibajos de En-Nesyri: de su lesión al gol definitivo, con el paréntesis inoportuno de la Copa de África

La temporada de Youssef En-Nesyri ha sido como una montaña rusa. Una campaña que se le atravesaba poco más de un mes después de empezar LaLiga Santander, concretamente el 25 de septiembre del pasado año. El encuentro ante el RCD Espanyol en el Sánchez Pizjuán empezó de buena manera, abriendo el partido gracias a un remate en el segundo palo tras la asistencia acertada de Navas, sumando el marroquí el tercer gol del curso.

El principio de temporada se le escacharraría al marroquí en el minuto 69 de ese mismo partido, cuando un mal apoyo tras un salto le hizo sufrir un pinchazo en los isquiotibiales de la pierna izquierda, obligándolo forzosamente a abandonar el terreno de juego. A finales de octubre, En-Nesyri reaparecería en el partido ante el Osasuna, saltando al césped en el minuto 78 para sustituir a Rafa Mir. Tras este encuentro, el delantero recayó en su lesión, quedándose al margen hasta el 19 de diciembre en el que se confirmó su alta médica.

Poco después, se marchó a la Copa de África con Marruecos, cortando su presumible progresión en el Sevilla. Allí sólo marcó un gol, importante eso sí, ante Malawi en los octavos de final, pero no pudo evitar el descalabro de los Leones del Atlas en cuartos ante Egipto.

En-Nesyri, goleador decisivo para el Sevilla

El de Fez vivía así una temporada muy diferente a la 2020/21, donde hizo las delicias de los sevillistas siendo el máximo goleador del equipo, con 18 en LaLiga y seis en la UEFA Champions League. Su reaparición fue progresiva, volviendo a participar en los encuentros aunque sin destacar tanto como el año anterior.

A pesar de ello, En-Nesyri ha salvado al Sevilla en dos ocasiones de perder los tres puntos en la recta final del torneo. La primera de ellas fue ante el Cádiz, donde apoyado por el calor del Sánchez Pizjuán, rompió la mala racha que arrastraba al rematar de un cabezazo el córner que botó Ivan Rakitic. 

Los altibajos se olvidaron por completo en el penúltimo partido de la Liga ante el Atlético de Madrid, donde el Sevilla debía sumar un punto para estar matemáticamente clasificados para la Champions League. Los de Lopetegui iban perdiendo por la mínima, aunque lograron ganar estabilidad en los minutos finales que En-Nesyri no tardó en certificar. Un cabezazo en el segundo palo que Oblak no pudo detener se transformó en algo más que un punto, en la tercera participación consecutiva del equipo de Nervión en la Champions y la posibilidad de conseguir el tercer lugar en el aire.