Pape se cargó un buen guion

Andaba el Sevilla con un gol a favor, siendo superior a su rival, llegando con claridad, con Erik Lamela en plan estelar, con la intuición de que nuevamente podía certificar una victoria a domicilio, y en estas, ni llegando al minuto 20 de partido, Pepe Gueye, y no es la primera vez, incurrió en un error grosero, en una entrada de roja, y roja fue, innecesaria, a destiempo, en una pelota en el mediocampo que no iba a ninguna parte. La entrada del francés no solo se cargó el plan que pintaba tan bonito para este Sevilla de LaLiga, sino que posiblemente también se cargue su futuro como nervionense, pues si bien el equipo hispalense tiene una opción de compra sobre él, son demasiados altibajos y sobre muchas negligencias en forma de entradas, expulsiones, desconexiones.

En realidad fue lo que marcó el partido, porque de un Sevilla superior pasamos a un Sevilla aguerrido que se fue apagando con los minutos. Siguió atemorizando durante la primera parte, con Lamela haciendo estragos, con En Nesyri peligroso por arriba... Incluso con el empate, medio accidente medio fallo del portero, el Sevilla siguió ambicioso y buscando la portería contraria, con Acuña de mediocentro, con Ocampos peleón.

Pero no dio para mucho más en ataque. El Elche tampoco es que generara mucho, lo que dice bastante de lo que podría haber sido el partido en igualdad numérica. Pero el Sevilla en la segunda parte ya apenas llegó, salvo una buena jugada de Telles que no cazó En Nesyri. Pero se fue agotando, dejó de estirarse y meter miedo. Eso sí, atrás se mostró fuerte, con Badé y Rekik en buen momento y con seguridad, y salvó un cabezazo que tapó bien Dmitrovic, tampoco sufrió demasiado.

Acabó el empate el Sevilla, que en todas las condiciones pelea, ya sea en superioridad, inferioridad, que siempre compite, ya sea con once o con diez. Sabe a poco el partido teniendo en cuenta la superioridad que el equipo mostró en igualdad de condiciones, aunque sabe bien teniendo en cuenta que jugó con 10 durante 70 minutos.