Este martes se ha entregado a Joaquín Caparrós el premio Banquillo de Oro ‘Ramón Encinas’, un reconocimiento a su trayectoria como entrenador en el Sevilla. Al acto se presentaron muchísimas personalidades del club, entre las que destacó la de Sergio Ramos. El camero agradeció al entrenador que le subió al primer equipo la confianza y la oportunidad recibidos cuando nadie confiaba en los más pequeños.
Para cerrar su emotivo discurso, quiso contar una anécdota que le ocurrió cuando comenzaba a entrenar con Caparrós. El Ford Fiesta de Sergio Ramos, que venía desde Camas con su padre, pinchó, algo que provocó que llegase tarde a los partidos de la Champiñones Luis (un formato creado por el técnico). Lo que pasó después hizo que toda la sala presente en el homenaje se partiese de risa. En el vídeo superior, la graciosa anécdota entre Sergio Ramos, su Ford Fiesta y Joaquín Caparrós en la Champiñones Luis.
“Bueno míster, buenas tardes. Deberíamos ampliar salón, porque la grandeza de Joaquín lo merece. El banquillo de oro no es un premio cualquiera”, comenzó diciendo el defensa central.
Ramos solo tuvo palabras de agradecimiento. “Quisiera destacar en el fútbol como en la vida una de las cosas más importantes son las oportunidades. Si hay alguien que debe recibir el premio a la oportunidad es usted. Por el cariño por jugadores que no sabían lo que era jugar en Primera. Usted siempre ha sido un visionario. Una persona que siempre ha creído en ese jugador que no tenía la experiencia con una enseñanza única. Yo te considero un padre deportivo más que un entrenador”, dijo Sergio Ramos.
Eso sí, las enseñanzas también estaban en otros ámbitos. Tras pinchar con el coche y llegar tarde al Sánchez-Pizjuán, el Ford Fiesta de Sergio Ramos se cruzó con el autobús del Sevilla, que salía disputar su respectivo partido de la Champiñones Luis. “Muchas manos y mucho de esto, pero el míster decía ‘El autobús no espera a nadie’. Hasta que no paramos en un pueblo a 40 minutos tuvo que ir detrás del autobús con el Ford Fiesta con mi padre”, explicó Sergio Ramos entre risas.