Gérald Darmanin, ministro de interior del Gobierno francés, anunció el pasado domingo en una entrevista con el diario Brut que el Estado no permitiría la entrada de los aficionados sevillistas en Lens para el partido de Champions League. "Acabo de prohibir la entrada de hinchas del Sevilla en Lens, así que tenemos que hablar de este tema rápidamente", dijo el ministro.
El motivo de esto es que, según él, los aficionados antes mantenían la violencia dentro de los estadios, pero ahora se produce lejos de ellos. "Los aficionados, no todos, pero sí una pequeña parte, son los más violentos", añadió.
En la página web de la administración de la República Francesa, hay un apartado en la que se indica la prohibición de viajar a los aficionados. “La prohibición se refiere a un partido específico con riesgos de violencia entre los grupos de aficionados involucrados. La prohibición puede afectar a varias ciudades o departamentos de Francia. También podrá prohibirse su presencia en aeropuertos, puertos o estaciones de tren”, explica la web.
En caso de que se incumplan estas normas, el Estado francés impone unas sanciones de “6 meses de prisión, una multa de 30.000 euros y una prohibición de ir al estadio durante 1 año”.
El Sevilla no tardó en responder a esta medida alegando que el club no ha recibido oficialmente esta medida. Por otro lado, se muestra en contra “ya que considera que se está perjudicando a sus aficionados en particular, y al fútbol en general, con medidas desproporcionadas y que no parece que estén justificadas. El Sevilla FC está haciendo gestiones con el Gobierno de España para intentar que esta medida de prohibición no se aplique, ya que muchos aficionados ya tenían vuelos y desplazamientos a Francia confirmados para ver el partido ante el Lens", explica en el comunicado.