La sorpresa de los amigos de Isaac Romero tras su partidazo: le esperan de madrugada en el aeropuerto para corear su nombre
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El jugador anotó dos goles que clasificaron al Sevilla para los cuartos de final de la Copa del Rey
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Sus amigos le recibieron, cerca de las dos de la mañana, en el aeropuerto de Sevilla
La noche de Copa que vivió Isaac Romero no la va a olvidar nunca. Y es que sus dos goles en Getafe clasificaron al Sevilla a los cuartos de final de la Copa del Rey. En su segundo partido con la camiseta del primer equipo hispalense, el canterano dio un respiro de aire fresco al plantel muy necesario, dada la delicada situación que se vive en el Ramón Sánchez Pizjuán.
Romero no podía ocultar su alegría tras el encuentro. Pero lo que no se esperaba era la sorpresa que aún le quedaba por vivir en el aeropuerto de Sevilla. Sus diez mejores amigos quisieron reconocer su desempeño en el Coliseum con un recibimiento en la capital andaluza que emocionó al futbolista. Cerca de las 2 de la madrugada y tras un viaje de 45 minutos en coche, llegaban “para darle una sorpresa, porque nosotros le queremos mucho y creemos que se lo merece”.
Coreaban su nombre y, con una sonrisa enorme en la cara, los colegas del deportista aguardaban para recibir al pupilo de Quique Sánchez Flores con mucha emoción. “No éramos capaces de saber lo que estaba pasando en el momento”, reconocía uno de ellos acerca del partido que estaba cuajando Isaac, que vieron, como siempre, todos juntos en el bar.
Sevillistas, aunque sea por su amigo Isaac
Madridistas, béticos o aficionados de cualquier otro equipo, los jóvenes lo tienen claro: “Somos de Isaac”, reconocen ante la cámara de ElDesmarque. Y es que, como ellos mismos apuntan, ha cumplido el sueño de cualquier niño: “Que un amigo tuyo cumpla ese sueño, es como si jugásemos nosotros”.
Isaac apareció el último en la expedición del Sevilla. Al escuchar los gritos de sus amigos, su alegría se disparó. “No me lo esperaba para nada”, reconocía el deportista, que hizo esperar a sus compañeros de vestuario antes de marcharse por un motivo más que justificado.