García Pimienta llega al Sevilla sin engañar a nadie. El nuevo entrenador blanquirrojo aterriza en el Sánchez-Pizjuán con la tarea de resucitar a un equipo que, entre tanto cambio de entrenador y tantos bandazos deportivos, ha perdido la identidad, el sello y los resultados. El ex de Las Palmas llega señalado por su estilo, pero el catalán es mucho más: didáctico, insistente, cariñoso... y competitivo al máximo.
Evitar hablar del estilo cuando se habla de Xavier García Pimienta es prácticamente imposible. Él admite que, si no convence a sus jugadores, debe cambiar su idea, amoldarse a lo que le pidan sus futbolistas, pero es evidente que su primer intento, siempre, es que sus equipos sean de autor.
En el Sevilla la historia no va a cambiar. Será Víctor Orta el que le deba dar herramientas, pero el de Las Palmas intentará, durante la pretemporada, que sus jugadores crean en su estilo, en su idea, y practiquen todo como es debido.
Sin embargo, si realmente queremos juzgar al técnico, hay que ir más allá. "Él siempre ha sido un entrenador super competitivo. Más allá de esa idea que defiende, y sin abandonar la parte formativa, el mensaje siempre ha sido de 'ganar, ganar, ganar'", nos cuentan fuentes consultadas sobre su figura.
Siempre que preguntamos por él, nos hablan de una persona "mucho más amable de lo que se ve en la cámara" y nos insisten en que repasemos su historia en las categorías inferiores del Barça. "Es un entrenador que siempre se empeña en mejorar los jugadores. Él recibió a Araujo (actual central del Barça) y se empeñó en él: le trabajó muchísimo, no era un cadete. Es muy didáctico, les machaca a tope. Él cree que es fundamental el trabajo individual", nos cuentan.
"Es un entrenador que nos comía el coco, que insistía siempre en todo lo que teníamos que mejorar, nos hablaba muchísimo sobre ello", nos cuenta un antiguo alumno.
Aunque todo lo comentado sobre el entrenador, eso sí, requiere paciencia. Los que le conocen creen que su perfil es idóneo para el momento del Sevilla -muchos jóvenes, muchos nuevos, buscando una resurrección-, aunque nos insisten, y son varios los que lo hacen, que necesitará tiempo.
En Sevilla, curiosamente, lo que menos existe a día de hoy es tiempo, pero si García Pimienta se encuentra con un buen calendario y un buen trabajo de verano... podría nacer un gran proyecto en Nervión.