La intermitencia eterna de Dodi Lukebakio
-
Sus números, a pesar de todo, notables
-
Se fue perdiendo poco a poco en el encuentro
-
Las Palmas y Sevilla empatan en la 'Isla de los errores'
Otra vez, la enésima, con la sensación de que pudo ser mucho mejor. Otra vez, la enésima, con la sensación de que Dodi Lukebakio, jugador del Sevilla, comenzó siendo importante, pero acabó peleándose consigo mismo, sumergido en un encuentro diferente al de sus compañeros y en un importante cúmulo de errores que le acabó costando la sustitución. El belga arranca el curso como acabó, sumergido en una eterna intermetencia.
Cualidades, infinitas; regularidad, mínima. Dodi Lukebakio arranca su segunda temporada en el Sevilla llamado a ser uno de los futbolistas importantes del plantel de García Pimienta. Por su velocidad, su ritmo, su verticalidad, su desborde y su pegada, el internacional por Bélgica lo tiene todo para triunfar. Ahora le falta creer en sí mismo, ser regular.
Ante Las Palmas, García Pimienta la confirmó su confianza, le colocó por delante incluso de Ejuke, uno de los nombres propios de la pretemporada, y le otorgó la oportunidad de ser el futbolista que metiese ritmo al Sevilla. El efecto fue como el de la gaseosa: tan refrescante como breve.
Las estadísticas de Lukebakio, notables; las sensaciones, suspensas
Si mirásemos los números de Lukebakio en Gran Canaria, tal y como nos ofrece Driblab, el jugador completó los cinco regates que intentó -en la primera mitad tuvo un par de altísimo nivel- y los 13 pases que sacó. Podemos ver incluso que recuperó tres balones, uno de los debes que tiene aún pendiente. Números notables, pero sensaciones... suspensas.
El paso de los minutos fue haciendo desaparecer a un futbolista que debía imponer más ritmo, más velocidad e incluso tuvo un par de oportunidades muy claras -la última, clarísima- para anotar y lo mandó todo fuera.
Posiblemente, el punto de desesperación para la grada llegó cuando Lukebakio, que arrancó bien, empezó a jugar su propio partido: elegía mal, solía abusar de balón y remataba cuando tenía mejores opciones con sus compañeros.
García Pimienta le tiene muchísima fe, cree que puede ser importantísimo, pero Lukebakio necesita salir de la eterna intermitencia en la que actualmente vive para ser lo que todos esperan de él.
