Lukebakio y su golazo: la única luz entre las sombras de Mendizorroza

El partido del Sevilla FC este viernes en Mendizorroza fue incalificable. Prácticamente todos los futbolistas estuvieron muy por debajo de lo que se espera de ellos, teniendo en cuenta además las limitaciones de algunos para competir en la élite. Por ello, el Deportivo Alavés fue el único equipo sobre el terreno de juego en la mayor parte del partido, con un plan establecido ejecutado a la perfección que apenas encontró resistencia, especialmente en una primera parte que su entrenador, Luis García Plaza, calificó de “perfecta”.

Entre tantas sombras deambulando por el césped, solo un futbolista sevillista emergió de la mediocridad. Fue Dodi Lukebakio, que cuajó un notable partido rubricado con un golazo que hizo albergar algunas esperanzas al sevillismo. Corría el minuto 83 cuando el belga recibió de Saúl y clavó un zurdazo en la escuadra de la meta de Sivera.

Pocos minutos antes, cuando el partido aún iba con una ventaja mínima para los vitorianos, Lukebakio también lo intentó con una gran jugada personal, caño incluido, que acabó golpeando en el propio Saúl, que fue quien evitó el gol. También intercambió los papeles con el ilicitano, dándole un pase atrás que fue la mejor ocasión del Sevilla para empatar, aunque la pelota acabó entrando en la portería sevillista apenas unos segundos más tarde, con el gol de Carlos Martín que supuso el 2-0.

Solo cuando el balón pasaba por sus botas hubo algún atisbo prometedor en el juego del Sevilla. Además, incluso se empleó más defensivamente que en otros partidos, pero era imposible que un jugador solo pudiera romper la muralla alavesa.

Los datos de Lukebakio

Lukebakio fue el jugador que más centros al área puso, cinco, completando un 40%, también el que más toques dio en el área rival (8), el que intentó más regates (6) y, junto a Saúl, el que más remató (2).

Los datos refrendan la importancia del belga en el Sevilla. En un equipo sumido en la mediocridad, Lukebakio es de los que mantiene un nivel importante, y pese a su irregularidad durante los partidos, capaz de lo mejor y lo peor, está siendo uno de los pocos hombres peligrosos del equipo. Suma dos goles -marcó también al Villarreal en la jornada 2-, uno con cada pierna, ha chutado ocho veces a portería, encontrándose con el palo en una ocasión, ha jugado todos los partidos, cinco de ellos como titular, y es uno de los pocos referentes del equipo. La única luz en el baile de sombras que fue el Sevilla en Mendizorroza.