Han pasado algunos meses, prácticamente un año, pero la última noche de García Pimienta, ahora entrenador del Sevilla, en San Mamés, aún no se ha olvidado. El técnico salió derrotado del coliseo del Athletic Club el pasado curso (1-0) tras un encuentro igualadísimo... y con mucha polémica.
Su equipo peleó, compitió de tú a tú, pero la cita entre Pimienta y Valverde estuvo empañada por la polémica. Tras un penalti, vía revisión VAR, anulado a Marvin, el equipo canario acabó dejándose el punto en San Mamés en el último suspiro, en un tanto precedido de una supuesta falta sobre Sandro que fue muy, muy, muy protestada.
Por entonces, el técnico no quiso culpar al árbitro, aseguró en sala de prensa que no había visto repetida la acción y no dudó en señalar a sus jugadores: "Me voy con la sensación de que se nos ha escapado un punto por nuestra culpa, por creer que íbamos a meter gol en la última jugada. Me quedo todavía más triste por eso, que ya nos pasó el día del Rayo, las ganas de ganar. Nos hemos vuelto a equivocar".
El técnico, recién renovado en el Sevilla, se centra en intentar su tercer triunfo de la temporada en uno de los escenarios más complicados.
Si el buen hacer de los locales fuese insuficiente, el entrenador deberá sumar la falta de intensidad y competitividad mostrada por sus jugadores en escenarios como Mendizorroza, una preocupante señal que, a menos que arregle de manera inmediata, le hará prácticamente imposible sumar algún punto ante el Athletic Club.
El recuerdo, por doloroso, sigue presente. García Pimienta intentará cambiar los recuerdos por algo mucho más amable con su Sevilla, un importante desafío ante un rival enorme.