Las imágenes de Kike Salas en su entrenamiento más difícil

Kike Salas ha vivido este martes la que habrá sido muy posiblemente su peor jornada como fútbolista profesional. Según la información desvelada por El Confidencial, el canterano habría sido detenido por la Policía Nacional -ya puesto en libertad- después de ser acusado presuntamente de provocar tarjetas amarillas para beneficiar a personas de su confianza y que estas ganasen dinero en apuestas deportivas. De ser juzgado culpable, se enfrentaría a una condena que conllevaría entre seis meses y tres años de cárcel. No obstante, desde el club confían en la presunción de inocencia del jugador.

Según relataban fuentes del club a ElDesmarque, el futbolista se encuentra muy tranquilo, ha prestado declaración este mismo martes después de la sesión de entrenamiento, donde se ha ejercitado sin aparentes problemas. A Kike Salas, que ya está en su domicilio, se le ha visto con rostro tranquilo e incluso dejó algunas risas con sus compañeros, tal y como pueden comprobar en el vídeo de arriba. De hecho, y según la versión del club, el central no sería el implicado principal.

La noticia quizás llegue en un momento desde luego nada ideal para el Sevilla FC. Durante los últimos días se le ha vinculado con la Lazio, que podría estar dispuesta a realizar una oferta de entre 10 y 12 millones. Una cantidad nada desdeñable para la entidad, que atraviesa una delicada tesitura económica. Emisarios italianos lo vieron en directo y en Nervión valoraban su venta. Se apuntaba a una cesión con opción de compra. Sin embargo, y a expensas de confirmar la inocencia o culpabilidad del jugador, esta información parece espantar cualquier intento.

Kike Salas, involucrado en hasta 30 apuestas

En lo que se refiere al caso en cuestión, la investigación sospecha que el entorno del futbolista -familiares y amigos- habría participado en alrededor de 30 apuestas amañadas, realizadas en seis establecimientos distintos de la localidad sevillana de Morón de la Frontera, de donde el jugador es natural, y a través de las cuales habrían obtenido ganancias de unos 10.000 euros en un mes.

Según la citada información, Kike Salas habría provocado estas cartulinas amarillas durante partidos disputados entre las jornadas 31 y 38 de la liga de la temporada pasada, donde recibió siete tarjetas en nueve partidos.

Las apuestas se habrían dado en una serie de partidos en los que el Sevilla FC ya no se jugaba nada. Esto siempre según los indicios recabados por la Policía en una investigación que dirige un juzgado de Morón de la Frontera. Pero Kike Salas no ha sido el único en ser puesto a disposición judicial. Junto al futbolista, agentes del CENPIDA (Centro Nacional Policial por la Integridad en el Deporte y las Apuestas), adscrito a una unidad de la UDEV, han detenido a dos amigos