Chidera Ejuke necesita aún más tiempo. El extremo nigeriano, que sorprendió a todos durante sus primeros meses en Sevilla, recupera poco a poco los minutos perdidos tras su grave lesión y aunque su fútbol está lejos de ser el que un día prometió, García Pimienta, a su manera, aprieta para recuperar su mejor versión.
Progresa muy poco a poco. Desde que volviese a disputar algunos minutos ante el Girona (19'), Chidera Ejuke ha ido aumentado cargas en cada cita. Ante el Espanyol jugó casi un tiempo completo, como ante el FC Barcelona, y contra Getafe y Real Valladolid, algo más de 20'. La sensación, sin embargo -y es totalmente lógico- es que el nigeriano aún necesita más tiempo.
El futbolista, que llegase con la carta de libertad el pasado mercado veraniego, no cuenta con la chispa, ni la velocidad, ni el acierto al que llegó antes de su lesión. El propio García Pimienta admite en cada conferencia de prensa que "quizás no está tomando las mejores decisiones" y que "le está costando un poco" recuperar ese tono, pero en el club están tranquilos.
El ex de Las Palmas ha charlado en repetidas ocasiones con el futbolista, le ha pedido calma, tranquilidad, paciencia y, por si fuese poco, ha encontrado al hombre ideal para cubrir su ausencia.
Algunos creerán que es un problema, pero otros, la mayoría, se alegrarán por la llegada de Rubén Vargas. El suizo, jugador al que pidió repetidas ocasiones García Pimienta, ha encajado a la perfección en el ideal sevillista y está rindiendo, posiblemente, por encima de lo que esperaban en Nervión cuando le contrataron.
Su adaptación al grupo ha permitido a García Pimienta frenar la entrada de Chidera Ejuke que, sin embargo, tampoco está encontrando más minutos ante el buen nivel de su compañero. Ventaja o incoveniente, según se vea.
La realidad es que el africano evidencia que aún necesita tiempo. En Sevilla ya ha dejado detalles del nivel que puede ofrecer -muchos creían que en verano iba a ser una venta asegurada- y García Pimienta, a su manera, le aprieta para intentar que, de aquí a final de temporada, se reencuentre con su mejor versión.