El Sevilla FC no consigue ganar en casa en 2025, no consigue enlazar dos victorias consecutivas, no consigue agarrarse a la lucha por Europa. El Sevilla es un equipo incapaz de dar una alegría completa a su afición, ilusionarla con un final de temporada con objetivos bonitos en el horizonte… En definitiva, un reflejo de la mediocridad que inunda al club en las últimas temporadas. Cuando parece que puede arrancar… estocada.
No hace tanto que el Ramón Sánchez-Pizjuán era un fortín para los que vestían de blanco, pero ahora es un campo en el que los rivales siempre pescan y a los locales les cuesta de verdad sentirse cómodos. Tanto es así, que el equipo nervionense no ha ganado en casa en lo que va de 2025. Cuatro partidos que se han saldado con tres empates a un gol -Valencia, Espanyol y Mallorca- y una derrota clarísima ante el FC Barcelona, y la última victoria como local data ya del 17 de diciembre del año pasado. Los próximos dos encuentros en casa son ante el Athletic Club y el Atlético de Madrid, el tercer y cuarto clasificado.
Desde Año Nuevo, las únicas victorias han llegado fuera de casa, en Girona y en Valladolid, pero estas tampoco se han visto refrendadas con un segundo triunfo consecutivo en casa, un objetivo marcado a fuego por García Pimienta que no se consigue. De hecho, el Sevilla es el único equipo junto a CD Leganés y Real Valladolid que ha sido incapaz de ganar dos partidos seguidos.
Una vez más, el Sevilla se ha quedado con la miel en los labios cuando tenía la posibilidad de engancharse a la lucha por los puestos de competición europea. De haber ganado se hubiera colocado noveno, empatado con un Mallorca -ahora octavo- al que le habría ganado el golaveraje particular. Habría estado a un punto del sexto, el Rayo Vallecano, próximo rival sevillista. Teniendo en cuenta que parece que el octavo puede ir a Europa, la lucha del Sevilla debería estar ahí… si cambia la dinámica.
Al final, el equipo es incapaz, por méritos propios, de enganchar a su afición en algo que sea más que la mera supervivencia en la zona media de la tabla. Con 32 puntos, se encuentra en zona de nadie, sin sufrir por el descenso y haciendo la goma en el pelotón de los equipos que aspiran a la Europa League o a la Conference. Así es difícil motivarse.
un mediocre equipo, entrenado por un técnico mediocre, un club dirigido por mediocres e interesados en ganar dinero únicamente