Saúl Ñíguez, el insustituible

Cuando en verano el Sevilla FC se aseguró el fichaje de Saúl Ñíguez, buena parte de la afición de ilusionó con la llegada de un jugador con un pedigrí mayor al de los últimos fichajes. Su carrera había discurrido por dos clubes poderosos como el Atlético de Madrid y el Chelsea, y llegaba a Nervión con toda la intención de recuperar su nivel y, además, aportar jerarquía al equipo.

Desde su llegada se ha erigido como uno de los líderes del equipo, pero no tanto con el balón en los pies como en todo lo que tiene que ver con los aspectos más allá del juego, especialmente desde la retirada de Jesús Navas. Ya ha portado el brazalete de capitán en varias ocasiones, la última vez este sábado ante el Rayo Vallecano, y siempre que ha estado físicamente bien ha sido titular indiscutible para Xavier García Pimienta, a pesar de que su rendimiento no es el esperado hasta el momento.

Tanto es así, que el entrenador catalán prácticamente evita cambiarlo en lo que va de temporada. Saúl Ñíguez se perdió el partido de la jornada 1 por una sanción que arrastraba de su etapa como colchonero, en la tercera fue expulsado y tuvo que cumplir otros dos encuentros de sanción, y dos partidos más tarde cayó lesionado ante el Real Valladolid y estuvo dos meses de baja. Desde entonces, solo se ha quedado sin jugar el último partido de 2024 ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu, al que llegó con molestias físicas, y el duelo ante el Valladolid en el José Zorrilla por sanción.

García Pimienta no lo sustituye

En resumen, cuando ha estado perfectamente recuperado, ha sido titular siempre -12 ocasiones en total-, y además García Pimienta solo lo ha sustituido en tres encuentros, ambas muy en el tramo final. Ante el Valencia, día en el que jugó en la banda en una posición un tanto extraña, fue sustituido por Peque en el 86’; ante el Getafe en el 81’, dejando su sitio a Akor Adams; y ante el Barça, con todo el pescado vendido, fue cambiado por Manu Bueno en el 76’.

La falta de efectivos en el centro del campo obliga a García Pimienta a alinear prácticamente a los mismos cada día, especialmente tras las lesiones de Sambi Lokonga y Nemanja Gudelj. Sin embargo, en los últimos partidos el sacrificado suele ser Djibril Sow, a pesar de que el rendimiento del suizo está creciendo en los últimos tiempos. Saúl Ñíguez es, pues, prácticamente insustituible.