Cargas policiales, lanzamiento de huevos y una valla derribada en la tensa llegada del Sevilla a la ciudad deportiva

El Sevilla FC vive el momento más complicado de su historia reciente. A falta de tres jornadas para el final del campeonato, no tiene asegurada la permanencia en LALIGA EA Sports, y las sensaciones son pésimas. Tras perder este sábado ante el Celta de Vigo en Balaídos, el abismo del descenso se ve más cerca que nunca, pues al equipo se le presupone incapaz de ganar y el martes disputa una final en el Sánchez-Pizjuán ante la UD Las Palmas. Si gana certificará la permanencia, pero si cae derrotado se meterá en un lío morrocotudo.

El sevillismo está indignado, como no podía ser de otro modo, y al igual que sucediera cuando regresó del partido ante Osasuna hace dos semanas, algunos aficionados se han dado cita en el Aeropuerto de San Pablo para recriminar a la plantilla y a los dirigentes su pésima gestión.

ElDesmarque han estado en el aeródromo sevillano, en el que ha aterrizado la expedición sevillista alrededor de las 21.05 horas, veinticinco minutos antes de la hora estimada. Sin embargo, la plantilla y los dirigentes han abandonado la instalación en un autobús convencional, sin rótulos que indiquen que se trataba del Sevilla, que le ha recogido en la misma pista de aterrizaje, saliendo por otro lado.Sin embargo, sólo han conseguido que la tensión se haya trasladado a la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios.

Lío en la ciudad deportiva

Ante el 'temor' de que el equipo no saliera por la terminal de llegadas del Aeropuerto de San Pablo, buena parte de los aficionados se desplazaron a las puertas de la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios -donde también han estado las cámaras de ElDesmarque- para mostrar su enfado a los jugadores y al consejo de administración, con cánticos especialmente en contra del presidente: "Júnior muérete".

Ante una gran presencia de las fuerzas de seguridad del estado -Policía Nacional y Guardia Civil-, ha llegado el autobús a la instalación sevillista en Montequinto, teniendo que cargar ante la multitud -disparando sus pistolas de bolas al aire-, que recibió al equipo con insultos y lanzamientos de huevos.

Los aficionados siguen en las inmediaciones aguardando a la salida de los jugadores, que tienen sus vehículos particulares en la ciudad deportiva, aunque finalmente se quedarán a dormir en la nueva residencia para el primer equipo.

Cuando la Policía abandonó la zona en primera isntancia, decenas de hinchas se abalanzaron sobre la valla que da entrada a la instalación, haciendo que cediera una de ellas, accediendo algunos aficionados. Finalmente, la Policía tuvo que regresar para volver a cargar y así dispersar a las personas que quedaban allí congregadadas.