Uno por uno del Sevilla ante el Celta de Vigo: desastre en Balaídos

El Sevilla FC ha vuelto a perder y ya son ocho jornadas sin ganar. Si respira es porque los rivales por la permanencia no están mejor que él, pero su derrota ante el Celta de Vigo le deja muy tocado. Se vio con un jugador más durante medio partido, y no solo no fue capaz de aprovecharlo, sino que los de Claudio Giráldez fueron sensiblemente mejores jugando con diez. Huele a chamusquina en Nervión.

En ElDesmarque ponemos nota a los jugadores sevillistas en el duelo ante los olívicos.

Nyland (1): Hasta hace poco, no paraba las imparables, pero sí las parables. El gol de Ilaix era de estos últimos, y en el segundo estaba dentro de la portería antes de que Mingueza rematara escorado. Tiene que ser desmoralizante ver desde atrás cómo juegan el resto de sus compañeros, pero ha dejado de ser competitivo.

Ramón Martínez (5): La tuvo de cabeza al inicio, pero se le fue muy centrada. Le puso mucha más alma al partido que el resto de sus compañeros, pero con eso no es suficiente.

Badé (4): Hugo Álvarez le metió el dedo en el ojo de forma fortuita y no pudo llegar ni al descanso. Las desgracias en el Sevilla vienen acompañadísimas. Aunque su tramo final de competición es pobre -fue de los que miraba en el primer gol el Celta-, sigue siendo muy necesario. A ver si puede estar el martes.

Gudelj (3): Tomó la responsabilidad de tirar el penalti, tuvo que chutarlo dos veces pero lo marcó a la perfección. Quizás pudo hacer más en la jugada del gol de Ilaix Moriba, y su error en el gol de Borja Iglesias condena su situación en el club. Negligencia de uno de los capitanes. La regeneración es inevitable.

Kike Salas (5): Baja sus prestaciones como lateral, más que nada porque el equipo pierde a un central de nivel. Estuvo intentando apagar fuegos de sus compañeros en los dos goles gallegos, pero no puede ser el bombero siempre. De lo poco potable que dejará esta tristísima temporada, estuvo a punto de firmar el gol del empate con un cabezazo marca de la casa, y marcó el testimonial 3-2.

Juanlu (4): El año le ha hecho mucho daño, ha cambiado tantas veces de puesto que ya no se encuentra cómodo en ningún sitio, ni siquiera donde fue campeón olímpico. Alguna subida peligrosa con campo por delante y poquito más.

Agoumé (5): De los pocos jugadores a los que no les quema el balón, la pide e intenta distribuirla con criterio. El problema es que ningún club de élite puede depender de un jugador como él para eso.

Saúl Ñíguez (2): El 1-0 viene de un despeje fallido y, después, se quedó mirando la jugada, también andaba por allí en el 2-1 sin aportar nada más que una camiseta roja más en las inmediaciones. Su participación ha sido desastrosa toda la temporada y ya no hay tiempo de arreglar nada. En cualquier club serio su continuidad sería impensable.

Pedrosa (4): Salió como hombre más adelantado en la banda izquierda, con Kike Salas tapando atrás. Tuvo la primera ocasión del Sevilla, algún centro mal dirigido y poco más. Con la gasolina muy en reserva, dejó su sitio a Suso antes de la hora de partido.

Peque (5): Está por ver que llegue a afianzarse en Primera división, pero sí que queda claro que si lo hace será jugando como segundo delantero. Bonita maniobra que provocó el penalti y la roja a Marcos Alonso.

Lukebakio (3): Ha rendido toda la temporada jugando en la derecha, y ya no ocupa esa posición. No marca desde principios de marzo, y cada vez aporta menos. Suspenso en Vigo, donde no dio una.

Suplentes

Isaac Romero (3): Ante la inoperancia del equipo en ataque, entró por Badé tras su contratiempo en el ojo para actuar como referencia ofensiva. Estupidez para ver una amarilla que le impedirá jugar el transcendental partido del martes ante la UD Las Palmas.

Suso (4): Un tiro de falta que desvió la barrera y poco más. No aportó absolutamente nada al equipo en sus minutos.

García Pascual (4): Ni la olió. No tiene culpa de nada, pero sí que señala a los culpables de una planificación absolutamente demencial.

Ejuke (1): ¿Existen los Harlem Globetrotters versión fútbol? Para un equipo en esta situación desde luego que no sirve.

Entrenador

Joaquín Caparrós (1): No ha mejorado a García Pimienta y ya son cuatro partidos sin ganar, ocho en total. Cuatro partidos en los que ha cambiado radicalmente de sistema. Decidió llenar el equipo de defensas para que, al primer pase filtrado medio normalito, todos se quitaran de en medio. Ningún tipo de plan para jugar medio partido con uno más, se dejó dos cambios sin hacer, probablemente miró al banquillo mil veces y no encontró nada más, porque no lo hay. No le ha aportado ningún tipo de alma al equipo, lo que se le pedía, y sería triste que protagonizara desde el banquillo la hecatombe del equipo de su vida.