El Sevilla gastó cuatro ventanas de sustituciones y hasta Nemanja Gudelj fue al banquillo para avisar

Un momento de confusión, de nervios, protestas y hasta tensión. El Sevilla, debido a las lesiones de Kike Salas, Sambi Lokonga y García Pascual, gastó hasta cuatro cambios de sustituciones ante Las Palmas, una situación que provocó tanto desconcierto como protestas por parte del equipo canario.

Pasaba el minuto 70 cuando García Pascual, hombre que marcó el tanto inicial ante Las Palmas, se marchaba al suelo. Joaquín Caparrós, que ya había gastado dos cambios, llamó a Antonetti, también del Sevilla Atlético y a Saúl. Era su última ventana de cambios.

En ese momento, el cuarto árbitro le indicó diferentes instrucciones, Paco García Payan, delegado de campo sevillista, escuchaba e intentaba explicarle a Caparrós y, mientras, el técnico utrerano se desesperaba solicitando que entrasen ambos jugadores.

El desconcierto era tal que, rápidamente, el delegado de Las Palmas se acercó al punto de sustituciones para pedir explicaciones, entendiendo además que se estaba perdiendo tiempo, y era el cuarto árbitro el que pedía calma.

Mientras Antonetti saltaba al campo, García Pascual se marchaba aplaudiendo a la grada y lo que era alegría en Gol Norte, en la banda era un auténtico suplicio. Casi nadie entendía nada.

Nemanja Gudelj se acercó a alertar al banquillo del Sevilla

Todo acabó descontrolándose, si no lo estaba ya, cuando el cuarto árbitro levantó la tablilla para señalar el cambio de Saúl. En la grada la gente gritaba y el propio Nemanja Gudelj, capitán en ese momento, iba corriendo al banquillo para avisar. Ni los propios futbolistas sabían lo que estaba ocurriendo.

En ese momento, los principales ayudantes de Joaquín Caparros y el propio técnico se señalaban la cabeza, dando explicación a la situación. García Pascual había sido sustituido por conmoción, situación que abría la puerta a una nueva ventana de cambios.

Todo volvía a la normalidad, si la hubiese en Nervión, que vivió la cita ante Las Palmas sumergido en nervios, incertidumbre y mucho miedo a cualquier error.