La voluntad y el dinero de los cedidos del Sevilla

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Jordán y Rafa Mir tienen salarios muy altos
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Adnan Januzaj, evidente, tampoco 'encaja'
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En este Sevilla, como en la vida, no todo es querer. Muchos sevillistas querrían jugar Europa, simplemente no pelear por el descenso, pero no todo es querer; Antonio Cordón, posiblemente, querría buscar objetivos más ambiciosos en la vida, pero no todo es querer; y los cedidos en Nervión, igual, también querrían jugar el próximo año en Nervión, pero, repetimos, no todo es querer. En este Sevilla, como en la vida, el dinero decide y ahí aparece el gran hándicap.
Porque sin dinero, sin los ingresos que ha desperdiciado el Sevilla, que ha ido perdiendo poco a poco con malas decisiones, no hay competición europea, ni ambiciosos objetivos en el mercado y, como consecuencia, tampoco posibilidad para los cedidos.
Han sido Rafa Mir y Joan Jordán los primeros en pronunciarse. De Adnan Januzaj no se esperan mensajes cariñosos ni de revancha, ya que pocos creen en él, y Kelechi Iheanacho sigue centrado en su plan para reencontrarse consigo mismo. Por eso nos centramos en los dos primeros.
Rafa Mir abre la puerta, Joan Jordán la aguanta
El primero, el delantero cedido el pasado año en el Valencia, atendió de manera tímida a los micrófonos de Zona Mixta y aunque no confirmó nada, sí dejó ver que era más que probable que se marchase. Tiene oportunidades en México y sabe que en Sevilla, después de todo, no es el más querido.
Su rendimiento en Mestalla no ha sido brillante y, por si fuese poco, ha estado empañado por un caso extradeportivo y una lesión que le ha apartado durante meses. Él ya ha arrancado su pretemporada, pero sabiendo que será complicado que el '9' que tanto deseó un día, lleve su nombre en Sevilla.

Joan Jordán ha sido más directo. El mediocampista, que fue aplaudido en su vuelta al Sánchez-Pizjuán se marchó muy enfadado el pasado verano, asegurando que la afición "había sido engañada" y en su primera ocasión ha querido conectar con ellos: "Con todo, sevillistas".
Él sabe que su salario no se adecua, ni de lejos, a la media sevillista a día de hoy. Sin embargo, seguirá la misma táctica que el pasado año: no facilitará salida alguna y, con todo su derecho, agarrará a su contrato firmado. No es problema suyo que un día el Sevilla lo firmase, aceptase ciertas circunstancias. Ahora hay que cumplir, de una manera u otra, pero cumplir.
El espacio necesario para los cedidos
Para comprender mejor la situación, siendo directos, Joan Jordán -por ejemplo- solo podría permanecer en el Sevilla si su hueco lo dejasen Tanguy Nianzou y Marcao. No por posición, sino por dinero. Con uno -especialmente con el francés- se podría quedar, sí, pero seguiría siendo un exceso para las cuentas blanquirrojas.
Hablar de negociaciones para una posible renovación a largo plazo, repartir salario o cualquier circunstancia semejante, parece complicado, complejo, y es por ello que la voluntad que puedan tener los cedidos choca, de manera frontal, con el dinero del Sevilla.