Monchi, Júnior, Cordón y otros chicos del balón

Por fin ha llegado la noticia que muchos sevillistas esperaba. Monchi ha decidido abandonar el Aston Villa inglés, o el Aston Villa que Monchi lo abandone, y es libre para fichar por cualquier equipo. Cuánto tiempo han deseado tantos que el de San Fernando estuviera de nuevo en esta situación… y sin embargo parece llegar en el momento más inadecuado.

La figura de Monchi es denominador común en todos los éxitos recientes del Sevilla. Ni Del Nido Benavente, ni Pepe Castro, ni Juande Ramos, ni Unai Emery. El único que estuvo en todos fue él, patentando una manera sui generis de trabajar en la dirección deportiva de un club de fútbol. Con sus pros, con sus contras, y con muchísima plata en las vitrinas del Ramón Sánchez-Pizjuán.

No hay quien le niegue su responsabilidad al cañaílla de ser el gran artífice de la felicidad de los sevillistas del último cuarto de siglo, pero… ¿Hasta qué punto es responsable también de la complicadísima situación económica actual? ¿Su salida del Aston Villa responde a que su modelo ya no es aplicable al fútbol en 2025? Perece claro que volverá, pero también que este no es el momento adecuado pese a que fue capaz de hacer resurgir al Sevilla de sus cenizas en dos ocasiones similares a esta, en 2013 y 2019.

Con el club en proceso más o menos claro de venta, la postura que tome Monchi en el futuro más cercano puede ser importante, aunque cabe recordar que esto no va a ser un plebiscito, que votos no se van a meter en la urna, sino billetes. Y ganará la más llena. Dirá que se va a centrar en descansar y en el nuevo CD San Fernando 1940, pero su espíritu y su mirada estarán en Nervión.

¿Va a volver Monchi?

Es la pregunta que se hace el sevillismo. Seguramente la más difícil de responder. O la más fácil. Lo dictará la pelotita. El club, pese al rejonazo de la derrota ante el Villarreal -esperable, por otra parte- vive su primer momento de moderado optimismo desde que se marchara Monchi, cimentado en la llegada de un Matías Almeyda que, recordemos, es la gran apuesta sobre la que pivota el proyecto de Antonio Cordón.

¿Va a volver Monchi? Es la pregunta que se hace el sevillismo. Seguramente la más difícil de responder. O la más fácil. Lo dictará la pelotita.

El pacense ha fallado sin duda en sus declaraciones, sin engañar a nadie pero sin terminar de comprender el ambiente bélico que se vive desde hace tanto, pero también parece haber sido capaz de conformar un equipo de fútbol. Que no es poco teniendo en cuenta lo que se ha visto por aquí últimamente. Monchi sí dominaba perfectamente la retótica que gusta y convence al sevillismo, y también es perfectamente capaz de conformar un equipo con pocos recursos. Peor se le da cuando hay pasta. ¿Hacemos el cambio? Pues eso, lo que diga la pelotita.

Y para terminar está la relación con Del Nido Júnior. Mientras completaba el camino de Sevilla a Roma se aseguraba y perjuraba que nunca volvería con José Castro en la presidencia. Desde que está en Birmingham ha llegado incluso a alinear sus acciones con el grupo afín a Del Nido Benavente, el archienemigo del actual consejo

¿Qué significa esto en el mundo del fútbol? Absolutamente nada. Cuando interese a ambas partes, se pondrán de acuerdo. Y si la parte que no es Monchi cambia de cara, de nombre, de idea, e incluso de nacionalidad, será exactamente igual. Monchi y el Sevilla se reencontrarán cuando a los dos le interese retomar esa tortuosa relación de amor. ¿Cuándo será? ¿Dará para película de Almodóvar? He ahí el quid de la cuestión.