El presidente Veiga "tira” por Sandoval, aunque apela a El Molinón
El máximo responsable del Sporting ratificó el cargo de un José Ramón Sandoval que logró convencer al Consejo para frenar su destitución. Antonio Veiga reconoció que el de Humanes “está convencido de que va a meter al equipo arriba”.
Una continuidad a medias o al menos no muy convincente. Antonio Veiga abandonó Mareo poco antes de las 15:00 horas tras una intensa mañana de reuniones, en la que primero escuchó a José Ramón Sandoval en El Molinón para acto seguido trasladarse a Mareo y reunirse con los miembros del Consejo y demás responsables.
"Sandoval me ha explicado que hemos tenido partidos malos y que otras muchas veces hemos perdido por acciones puntuales o por algún error individual de alguien. Está convencido de que va a meter al equipo arriba. No sabe si se llegará a subir directamente pero por lo menos la promoción la va a jugar", señaló Veiga sobre su conversación con el de Humanes.
Así, escuchadas las explicaciones de José Ramón Sandoval, el Sporting decidió mantener a su entrenador porque “lo hemos fichado a principio de temporada y tenemos que tirar por él y tirar por todo el mundo porque esto tiene que ir para adelante”. Una explicación no muy cargada de argumentos y tampoco rotunda, así como la ratificación de Sandoval. No en vano, el presidente dejó entrever que si El Molinón pide el cese del entrenador el Consejo “no va a ir en contra de la marea”. “Si la marea te lleva, te llevó, pero estamos convencidos de que podemos llegar con él hasta el final”, añadió.
Veiga no ocultó que la “situación es preocupante” con el equipo fuera del playoff y muy lejos del ascenso directo, aunque se enorgulleció de la decisión tomada porque “en otros clubes enseguida hay dimisiones, que es lo más fácil y sencillo”.
Por último, de aquí al final de Liga y a la espera de lo que pase el próximo domingo frente al Murcia, el presidente también se refirió a los futbolistas. “Esperamos más de los jugadores. Todos tenemos que estar al loro con esto”, subrayó.
