Otra novatada en El Molinón

El Sporting cayó derrotado ante el Espanyol, en un partido con un resultado que no reflejó lo visto en el terreno de juego. Los rojiblancos se estrellaron contra el larguero y regalaron los cuatro goles del rival. 

Con la sorpresa de Sanabria con Castro, y Halilovic en el banquillo, al Sporting le costó tomar el pulso al partido. Careció de su arreón inicial y habitual en El Molinón, aunque fue a más con el paso de los minutos.
Con ese guión, la primera ocasión fue para Burgui, en un adelanto de lo que ocurriría después. Respondió el Sporting con una llegada de Jony, cuyo centro nadie remató. 
Se animó el Sporting y se animó Carlos Castro. El de Ujo se deshizo de un rival en el centro del campo, condujo el balón hasta quedarse ante Pau López, que rechazó su disparo. Pudo ser el gol de la temporada y quizá por eso Castro no vio a Sanabria. 
Pero el nuevo guaje no tuvo tiempo para lamentarse. Sólo cuatro minutos después, en el 19', recogió en el área un rechace tras un centro de Isma López. Y esta vez no falló: El Molinón cantó gol. 
Reaccionó el Espanyol acto seguido con un disparo de Gerard Moreno. Después, Asensio, de falta directa, envió el balón al larguero y al borde del descanso llegó el empate. Burgui hizo lo que quiso, se metió dentro del área y batió a Cuéllar en el 41'. Todavía hubo tiempo para la polémica, en una jugada que Velasco Carballo no vio una clara falta sobre Carlos Castro. El colegiado se fue a los vestuarios entre pitos. También pudo expulsar a Javi López.  
En la reanudación las cosas empezaron muy mal. Con el Sporting revolucionado, lo que se tradujo en una pérdida muy cara. Asensio metió un pase interior y Gerard Moreno batió a Cuéllar en el minuto 48. Y el partido se puso aún más cuesta arriba con el 1-3. Jony perdió un balón y Gerard Moreno encontró el hueco para hacer el tercero, el segundo en su cuenta. 
Parecía todo perdido pero apareció de nuevo Carlos Castro para recortar distancias. Hizo el 2-3 de cabeza tras un centro de Jony en el minuto 61. Con tiempo suficiente para salvar un punto o incluso darle la vuelta. Y ocasiones tuvo. Cuatro en total con las de Sanabria y las de Rachid y Jorge Meré. Pau López paró dos y el larguero evitó el empate en las otras acciones. 
Y cuando el Sporting más merecía la igualada llegó la sentencia. Y en una jugada, otra vez, evitable. Vranjes, que destaca por su contundencia, estuvo blando con Asensio, cuyo centro impactó en Luis y el balón terminó dentro de la portería. Otro despropósito que confirmó el mal día de los rojiblancos. La moneda salió cruz.