El Sporting se llevó el invicto del Oviedo

Recordamos el derbi asturiano disputado el 28 de octubre de 2001. El nuevo Carlos Tartiere registró el primer lleno de su historia, con unos 30.000 espectadores. Jornada 11 de una Segunda División que los azules habían comenzado de manera inmejorable, se mostraban como un equipo muy sólido que escoltaba al líder de la clasificación y solo había encajado 3 goles. Hasta que llegó la visita del Sporting de Gijón.

Este derbi asturiano es un perfecto compendio de los partidos de máxima rivalidad. Tuvo de todo: goles, expulsados, un penalti injusto, un penalti fallado, pero sobre todo muchas tarjetas, de ambos colores y juego duro por parte de ambos conjuntos.
La, sobre el papel, superioridad del conjunto carbayón, saltó por los aires en el minuto 7 cuando en el primer ataque de los entrenados por Pepe Acebal, que cumplía años en aquella mañana, David Villa se fue en velocidad de los centrales y se plantó ante Esteban, que lograba enviar a córner, del saque de esquina botado por Samuel llegó el primer tanto obra de Lozano al remachar otro despeje del guardameta.
A partir de aquí fue media hora en la que la presión de un derbi se dejó notar en los protagonistas hasta hasta que uno de los ayudantes del colegiado, Arcas Piqueres, decidió quedarse con toda la presión y señaló como penalti y expulsión un balón sacado bajo palos por Dorado tras remate de Onopko. Posiblemente hoy en día el talaverano Javier Dorado aún tenga la marca del balonazo recibido en el pecho. El lanzamiento flojo de Geni acabó en las manos de Juanjo Valencia. Poco después el internacional ruso Onopko vio su segunda amarilla e igualó las fuerzas.
En el segundo tiempo los azules lo intentaban pero el Sporting hacía mucho daño en rápidos y verticales contragolpes. En una de esas contras Villa se mete entre tres defensores del Oviedo y remata ante la salida de Esteban, 0-2.
Y el derbi asturiano se teñía de color rojiblanco, el resto del tiempo por jugar dejó un partido trabado con muchas faltas, repetidas interrupciones del juego y tarjetas, muchas tarjetas. En total diez tarjetas amarillas y tres rojas. Y tres puntos que viajaron para Gijón en la que hasta hoy es la última victoria del Sporting en el feudo carbayón.