Intratable en El Molinón
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La victoria ante Osasuna, en fotos
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Jony: “Estamos recuperando la comunión con la grada”
El Sporting ha superado con autoridad a Osasuna, el mejor visitante de la categoría, gracias a los goles de Rubén García, en la primera parte, y de Santos en la segunda. Los de Baraja maniataron a los rojillos, ausentes en ataque. La de esta noche ya es la sexta victoria consecutiva en El Molinón.
Con los mismos hombres que en la última jornada en El Molinón, salvo Barba por Guitián. Lo que funciona para qué tocarlo, y con razón. El Sporting tan solo necesitó cuatro minutos para abrir el marcador. Sergio 'improvisó' con Jony, que hizo bueno el pase con un perfecto control orientado para que Rubén definiese con el interior de su pie izquierdo.
El tanto calmó el ímpetu de los rojiblancos, más que solventes a la hora de controlar todas las fases del juego sin pasar apuro alguno. Osasuna apenas pisó el área de Mariño, 'aburrido' en ese momento como El Molinón pero satisfecho por lo que indicaba el marcador. Pese a ello, casi por inercia, el Sporting pudo aumentar la ventaja en dos ocasiones. Primero con un remate de Carmona tras un avance de Jony, muy superior en todos los duelos con el castigado Lillo, y después con otra acción del cangués. Rozó el balón pero no fue capaz de aprovechar la buena jugada de Rubén. Así se llegó al descanso, con la incomparecencia de Osasuna. Mérito, por supuesto, de los de Baraja.
Tras el paso por los vestuarios, con Isma López por la lesión de Canella, Osasuna despertó. Lo hizo a través de un disparo de Roberto Torres que atajó Mariño. Pero ante el aviso mejor fue la reacción. Sin gol, eso sí, aunque no por falta de ocasiones. Hasta cuatro tuvieron los rojiblanco en un suspiro, casi siempre con Jony de por medio. Para empezar con un disparo del extremo, a continuación tras un centro suyo que Santos remató fuera y, por tercera vez, con un disparo desviado por un defensa. El despeje provocó un saque de esquina que cabeceó Álex Pérez para que Herrera evitara el 2-0.
Se lo merecía el Sporting, que se tomó un descanso, mientras Bergantiños jugaba sus mejores minutos. Tan buenos que incluso se destapó como asistente, con un pase interior que dejó solo a Santos. El uruguayo sentenció en el 75', antes de ver su quinta tarjeta amarilla.
El colofón, por el golaveraje, lo pudo poner Jony, que tras otro gran partido rozó el tercero con un disparo al palo. En cualquier caso, el Sporting volvió a demostrar su tremenda fortaleza como local. En El Molinón, no hay quien pueda con él.