Jony: "Soy un jugador hecho para estar en el Sporting"
Lejos de Asturias, aunque tampoco demasiado, Jony Rodríguez parece haber encontrado su mejor versión. Esa que parecía que solo sacaba a relucir con la camiseta del Sporting de Gijón, pero que gracias a la confianza de Abelardo está deleitando los paladares de los más exigentes de la mano de un Deportivo Alavés que ha firmado un arranque de temporada extraordinario.
Tras despuntar en LaLiga 1|2|3 y hacer lo propio en LaLiga Santander con la casaca del club que le vio dar sus primeras patadas a un balón, Jony puso rumbo a Málaga para seguir disfrutando de las mieles de la máxima categoría del fútbol nacional. Sin embargo, en la Costa del Sol, las cosas no le fueron demasiado bien. Hasta tal punto, que para volver a enderezar el rumbo, regresó el pasado mercado invernal a la que siempre será su casa.
"Hay jugadores que están hechos para estar en un solo equipo. Yo por una parte creo que soy un jugador hecho para estar en el Sporting", admitía el de Cangas de Narcea en una entrevista a El País, aunque también dejaba claro que "por otra parte, quiero pensar que no".
Esto último es lo que le llevó este verano a enrolarse en las filas del Alavés, en un nuevo proyecto en LaLiga Santander. Allí le recibió con los brazos abiertos su principal valedor, Abelardo, leyenda viva del club asturiano: "Es la persona más fundamental de mi carrera. Me fichó para el filial del Sporting, después me subió al primer equipo y es el entrenador que a día de hoy me ha dado la oportunidad de mostrar mi nivel en Primera. Su confianza ha sido importantísima para mí", explicaba Jony.
Una juventud sacrificada por un sueño
Jony no es más que un ejemplo de futbolista con ADN sportinguista. Producto cien por cien natural de Mareo, contaba en la entrevista lo sacrificado que fue para él luchar por conseguir su sueño de ser futbolista profesional: "Me fui de casa con 14 años, que es la edad con la que empiezas a tener tu primera novia, a salir con los amigos, después a irte de viaje con ellos... Todas esas cosas no las he vivido".
Y sentenciaba: "Acababa el colegio en junio y en julio ya empezaba la pretemporada. Después, cuando ya eres profesional, acabas LaLiga Santander en mayo, cuando nadie más tiene vacaciones. Me he perdido mucho, pero es una satisfacción enorme que ese sacrificio haya servido para hacer mi sueño realidad. No lo cambio".
