El Real Oviedo se ha impuesto al Sporting de Gijón en el derbi asturiano celebrado en el Carlos Tartiere. Los de Juan Antonio Anquela fueron muy superiores a su rival en la primera parte, en la se adelantaron con los goles e Ibrahima y Alanís. El tanto de Carmona en el segundo tiempo añadió emoción hasta el final.
Anquela apostó por Javi Hernández en la defensa de tres centrales, lo que se esperaba Baraja por lo visto en las sesiones de trabajo en Mareo. Ensayos que confirmó con su alineación, con Neftali como delantero en detrimento de Djurdjevic.
Lo que no podía prever Baraja era una lesión en el minuto 2. Se rompió Isma Cerro, que no pudo seguir. Entró Traver en su lugar, casi sin tiempo para calentar. Suficiente para que el Real Oviedo golpeara a la primera. Con una falta que prolongó Tejera para que Ibrahima hiciera su mejor gol con la camiseta azul. Un golazo en el minuto 7.
El tanto y la lesión dejaron groggy al Sporting. Saúl Berjón e Ibrahima pudieron hacer el segundo que, sin embargo, no perdonó Alanís. El mexicano obtuvo el premio a su implicación. Se quedó en Oviedo, no fue con México, y celebró su primer tanto. De cabeza en el minuto 14. Delirio en las gradas del Tartiere, desolación en el bando contrario. Tomaba pinta de ser el último partido de Baraja.
El Sporting intentó reaccionar. Y mejoró porque peor era imposible, aunque el tercero local estaba más cerca que el primero de los visitantes. Los de Anquela se limitaron a controlar mientras los de Baraja proyectaban su impotencia. Una incapacidad que se extendía a la actitud. Ni tan siquiera eran capaces de poner en aprietos a la defensa ovetense. Sobre todo por su conservadora presión. En esa línea, tampoco realizó ni un solo disparo en toda la primera parte. Solo un equipo sobre el verde: un Real Oviedo muy superior.
Por lesión, de los vestuarios no regresó Saúl Berjón. Entró Diegui en su lugar. Sin cambios en el Sporting. Ni hombres y tampoco nuevas formas. Sí modificó el Oviedo su sistema, con Bárcenas en el ataque por la izquierda. En su posición, curiosamente, al panameño no se le veía cómodo.
Tampoco en este momento al centro del campo local, después del paso adelante del conjunto gijonés. Pequeño, eso sí, aunque con continuidad a pesar de la entrada de Cofie por Salvador. Un cambio protestado por los 1.000 seguidores rojiblancos en la grada. Podía estar tocado Salvador pero también estaba Nacho Méndez en el banquillo. Apostó Baraja por el ghanés. Y poco después por Djurdjevic en sustitución de Pablo Pérez.
Un acierto, este sí, en parte por los metros que cedía el Oviedo sin demasiada justificación. Así, ya con Carlos Martínez sobre el verde, Djurdjevic recibió en el área y asistió a Neftali, que fue derribado dentro del área. Carmona no falló desde los 11 metros. Más de un cuarto de hora para el 90’. Emoción hasta el final. Gracias al primero del Sporting y a Mariño, quien con un buena intervención evitó el tercero del Real Oviedo tras un cabezazo de Diegui.
Se desesperó Baraja por los cuatro minutos de añadido. Pocos a su entender para tantas interrupciones. En ese sentido hicieron buena lectura los de Juan Antonio Anquela, justos vencedores del derbi asturiano.