Una ruina de cesión
No ha sido una operación exitosa, ni mucho menos. El Sporting de Gijón enviaba a Córdoba, en calidad de cedido, a su delantero Neftali Manzambi en las últimas fechas del mercado invernal. El suizo-angoleño, con una participación mínima y decepcionante, consumaba este fin de semana el descenso a Segunda B con el conjunto blanquiverde.
Con poco más de 80 minutos disputados y un ostracismo evidente, el paso de Manzambi por Córdoba ha sido una ruina de cesión para los rojiblancos. En la hoja de servicios del delantero, por el que el club gijonés ejerció su opción de compra el pasado mes de enero, aún aparece el derbi en el Tartiere como su último encuentro de titular en LaLiga 1|2|3. Por otra parte, señal del caos de temporada del equipo.
Enviado a tierras andaluzas en busca de rodaje en la categoría y para dar una nueva alternativa a la delantera blanquiverde, quedó marcado por un error defensivo ante el Málaga en el estreno de Rafa Navarro en el banquillo cordobesista. Desde aquella presencia, el suizo-angoleño, que en las primeras semanas en el club era un recambio más o menos asiduo, solo ha acumulado un par de citaciones y apenas cinco minutos en el Ramón de Carranza. En la actualidad suma cuatro jornadas descartado y, salvo sorpresa, no parece que, pese al descenso consumado, vuelva a contar con minutos de juego.
Pensando en el próximo curso, el regreso de Neftali a la disciplina rojiblanca será una de las cuestiones a resolver por la dirección deportiva. Vinculado al club por las próximas tres temporadas, junto a Djurjdjevic y Pablo Pérez son las tres principales armas ofensivas con las que cuenta actualmente el equipo de cara al siguiente proyecto. Su cesión en Córdoba no ha servido para aclarar el panorama.