Las consecuencias económicas y en fichajes del posible cese de José Alberto

El Sporting de Gijón continúa sumido en una irregular racha de resultados en este primer tramo de LaLiga SmartBank. Tras la derrota frente al Alcorcón, el entrenador, José Alberto López, queda en una posición muy difícil para continuar en el banquillo. De momento, permanecerá al menos hasta el encuentro ante el Elche. Más dudas genera su continuidad si no se logra un buen resultado en el estadio Martínez Valero. Sin embargo, más allá del hecho de si seguirá o no, lo cierto es que su marcha tendría consecuencias a nivel económico que trastocarían los planes del director deportivo, Miguel Torrecilla, en el mercado de fichajes.

Y es que el club tenía previstas, en un principio, dos salidas y un fichaje importante de cara al período de traspasos de enero. No obstante, el cese de José Alberto conllevaría la contratación de un nuevo cuerpo técnico. De este modo, habría que añadir al tope salarial los emolumentos que percibiría el hipotético nuevo entrenador del Sporting y sus asistentes. Además, si la idea principal es la de acudir a un entrenador contrastado, de mayor nombre, con la consiguiente subida de caché, el pellizco al dinero disponible para fichar a un futbolista en enero sería importante.

Cuadrar al sustituto de José Alberto con un fichaje importante:

El Sporting se guarda un pequeño colchón en el tope salarial para acudir al próximo mercado navideño con garantías. Del mismo modo, espera liberar al menos dos fichas, con su consiguiente ahorro de salario, para aumentar ese margen. Las intenciones de la dirección deportiva pasaban por reforzar las bandas con el fichaje de un extremo. Sin embargo, esa cantidad se vería mermada tras un teórico cese de José Alberto y la contratación de un nuevo técnico. Sobre todo, si este tiene bagaje y cierta trayectoria.

Por otra parte, existe otra solución, arriesgada, que el Sporting puede asumir: la ampliación del tope salarial de LaLiga a costa de la reducción del mismo en la próxima temporada. Los riesgos de esta decisión serían los de subsistir la campaña que viene con un tope salarial inferior, viéndose en la obligación de desprenderse de futbolistas, bien para cobrar por sus traspasos, o bien para liberar parte de esa masa salarial.