Nacho Méndez deja atrás los malos momentos y aprovecha su oportunidad
Pese a que ya salió de inicio en el partido ante la Ponferradina de la pasada jornada, Nacho Méndez fue una de las sorpresas en el once eminentemente ofensivo del Sporting de Gijón ante el RCD Mallorca.
Pese a que ante el equipo berciano no cuajó su mejor partido, David Gallego siguió confiando en él como tercera pieza del centro del campo junto a Javi Fuego y Pedro Díaz. La de este domingo era su quinta titularidad de esta temporada, y el de Luanco la aprovechó para cuajar un gran partido.
Méndez fue uno de los jugadores que se incorporó al ataque con más frecuencia y, de hecho, tuvo en sus botas la oportunidad de abrir el marcador con un remate que salió algo desviado de la portería.
Pero no solo contribuyó en la faceta ofensiva, sino que también ayudó en la defensiva recuperando balones en la presión adelantada y en su propio campo. Una pieza fundamental en esa labor coral de equipo que fue la victoria ante el líder.
Nacho Méndez, en una montaña rusa
El centrocampista de Luanco ha atravesado todo un carrusel de emociones a lo largo de estos seis meses de temporada. Habitual saliendo desde el banquillo durante los primeros partidos, un conflicto con el club a la hora de sellar su renovación y una inoportuna lesión le vieron relegado a la grada.
Tras sellarse la prolongación de contrato hasta 2025, fue señalado como uno de los culpables del polémico brote de Covid-19 que asoló a la plantilla rojiblanca en Navidad.
Olvidados ya todos estos malos momentos, Méndez ha aprovechado para encontrar un hueco en el once en un buen momento de la temporada. Ante las más que previsibles bajas de Pedro Díaz y Manu García, que disputarán el Europeo sub 21 a finales de marzo, el de Luanco pide paso para suplirles en el centro del campo.