Hugo 'Perico' Pérez y su fiesta con Andrés Calamaro y Joaquín Sabina tras ganar al Real Madrid: "Hay cosas que no se pueden contar"
Hugo Leonardo Pérez, más conocido deportivamente como Perico Pérez, no se olvida del Sporting de Gijón. Pese a que estuvo apenas año y medio, desde enero de 1995 hasta el verano de 1996, disputando apenas 57 partidos y marcando cinco goles, tiene muy buenos recuerdos. Y así lo ha mostrado en una entrevista concedida a Infobae. Y eso que su llegada fue muy cuestionada, especialmente en Argentina, desde donde llegó procedente de Independiente de Avellaneda. Además, deja una historia muy curiosa junto a Andrés Calamaro y Joaquín Sabina tras vencer al Real Madrid en el Santiago Bernabéu en LaLiga Santander.
Eso sí, en plena disputa de la Copa Rey Fahd (lo que actualmente conocemos como la Copa Confederaciones) Perico Pérez estaba concentrado con Argentina. Entonces ya estaba en negociaciones para fichar por el Sporting. Un campeonato en el que la albiceleste se disputaba el trofeo, ya en la final, contra Dinamarca y que perdieron por 2-0. “Se me había hecho un pequeño desgarro en la semifinal y por eso no jugué la final, pero siempre quise que quedara claro que no por estar en tratativas con el Sporting Gijón no iba a querer estar", asegura.
Perico Pérez, Sabina y Calamaro: "Nos divertimos como locos"
Eso sí, su gran historia en el Sporting llegó tras vencer en el Santiago Bernabéu al Real Madrid. "En España pasé años fantásticos y me quedó una gran anécdota. En 1996 rompimos una racha de 16 años sin poder vencer al Madrid en el Bernabéu, con el agregado que habían venido a verme Charly García y Andrés Calamaro, que era un ídolo absoluto con Los Rodríguez. A la noche fuimos a cenar para festejar y se sumó Joaquín Sabina. Nos divertimos como locos y hay historias de esa mesa que no se pueden contar porque son increíbles”, contaba, entre risas.
Y es que no es de extrañar, y menos en la resaca del derbi madrileño del club blanco ante el Atlético de Madrid, que un colchonero confeso como Joaquín Sabina se sumase. Lo que ocurrió en aquella noche solo lo sabremos el día que alguno de los protagonistas decida contar lo que sucedió... O quizá no lo sabremos nunca.