Barral, su mayor aprendizaje de Manolo Preciado y los piropos a la Mareona: "No hay nada como la afición del Sporting"
El Sporting de Gijón ha vivido épocas gloriosas en LaLiga Santander. No hay que remontarse demasiado lejos en el tiempo para recordar algunas de ellas y a un futbolista que siempre ha sido muy querido en el seno rojiblanco. Se trata de David Barral. Como sportinguista se ganó el eterno recuerdo y siempre lleva al club por bandera.
Incluso como jugador del Sporting estuvo cerca de ir a la selección, entrando en alguna prelista de Vicente del Bosque cuando por aquel entonces la competencia en la delantera era brutal. De Gijón y de la entidad de Mareo se llevó enormes recuerdos y dos de ellos fueron Manolo Preciado y la Mareona.
En estos momentos en los que Barral se encuentra a caballo entre los terrenos de juego y los banquillos rememora lo mejor que aprendió del técnico del que mejor recuerdos guarda, el eterno Manolo Preciado. "Todos tienen algo bueno, pero Preciado y la forma de llevar el vestuario que tenía es algo muy importante. Un entrenador que se lleve bien con todos, que los convenza, que todos remen en la misma dirección. El buen ambiente que creaba. Incluso el que menos jugaba se llevaba bien, estaba contento, feliz y era jugador importante de la plantilla. Esa mano derecha e izquierda que tenía era perfecta", comenta en una entrevista en la Ser.
Además de este recuerdo, el de la Mareona tampoco lo olvida, a la que cataloga como la mejor afición de la que ha disfrutado. "Es especial, no hay nada como la afición del Sporting".