Pedro Díaz y su picardía ante la mala colocación de la barrera en la falta: "Solo quería que pitase el árbitro"
Pedro Díaz fue el goleador de la última jornada del Sporting en el encuentro que enfrentó a los rojiblancos contra el Huesca que acabó en 1-1. El tanto de falta convertido por el centrocampista significó el empate y fue a causa de la picardía del jugador tras ver un fallo en la colocación de la barrera por parte de los visitantes.
El futbolista formado en la cantera gijonesa habló para los micrófonos de la Cadena Ser donde explicó cómo fue el gol y comentó la actualidad del cuadro asturiano.
"Aproveché que el rival puso mal la barrera y fue sencillo marcar el gol. Tras colocar el balón y levantar la mirada, ahí fue cuando vi el hueco y solo quería que pitase el árbitro", explicaba Díaz cómo vivió la situación. El tiempo de espera hasta que el colegiado pitara el saque también tuvo su historia: "Había que sobreactuar un poco antes de lanzarla para que el portero no se diera cuenta del ansia que tenía. Encima, Cote me decía lanzara al lado del portero, al final fue todo un poco de táctica para distraer".
La mala dinámica del equipo
También fue preguntado por la delicada situación clasificatoria del Sporting, cinco puntos por encima del descenso y dos victoria en dieciséis partidos. "De momento solo pensamos en el corto plazo que es el enfrentamiento contra el Andorra y conseguir los tres puntos como sea", comentaba el rojiblanco.
El jugador sabe de la exigencia de El Molinón a sus jugadores y de la presión que existe ya que se formó en las categorías inferiores de los asturianos: "Es una presión bonita, pero hay que saber llevarla en esta profesión sino no debes estar aquí. Hay que saber lo que es el Sporting, lo que es Gijón, lo que es su afición y hay que devolverles lo que se merecen".
Confianza en el entrenador
"Personalmente con él muy bien, muy buen trato con el desde el primer día que para mí es muy importante. Él está con mucha ilusión y con muchas ganas de seguir sumando y aprendiendo", relataba Pedro al ser preguntado por el trato con su entrenador, Miguel Ángel Ramírez.
