2-1, Maikel Mesa (min. 35)
Una de cal y dos de arena para el Sporting en el Carlos Belmonte
El refranero castellano es sabio y la expresión "una de cal y otra de arena" resume a la perfección el partido del Real Sporting en el Carlos Belmonte. Si se tiene en consideración que la arena es la mala, la contraproducente, el Sporting recibió dos buenas paladas de arena en forma de goles en contra y que provocaron su derrota frente al que, sin lugar a dudas, está siendo el equipo revelación de LaLiga SmartBank.
El problema es que, esta temporada, el Sporting está teniendo la suficiente arena como para poder construirse su particular playa de San Lorenzo. La cal en este partido fue el gran arranque de partido que planteó Miguel Ángel Ramírez, con un equipo muy intenso y que cuando se había cumplido el minuto diez ya había tenido tres ocasiones. Todo parecía ir de cara. ¡Hasta Djuka se reencontró con el gol seis meses y medio después!
La reacción del equipo local fue inmediata y en algo que está siendo el talón de Aquiles del equipo desde que le dirige el técnico canario: el balón parado, y Dubasin aprovechó una mala salida de Cuéllar para empatar el partido. Cualquiera diría que este era uno de los puntos fuertes de este equipo hace tan solo unas semanas.
A partir de entonces, los de Rubén Albés se hicieron con el tempo del partido y neutralizaron a un Sporting que, si bien tuvo el balón, tan solo tuvo peligro mediante chispazos, como un disparo lejanísimo de Marsá en los compases finales del partido. Y si hay que recurrir al zapatazo de un central para poder llegar a puerta, uno puede hacerse idea del poco colmillo que demostraron en la segunda mitad.
Ni siquiera los cambios, eminentemente ofensivos como un Dani Queipo que fue el autor del tanto del pasado sábado ante el Tenerife y que se quedó inexplicablemente fuera del once cambiaron la cara del equipo.
Ahora la reflexión es más que obvia: ¿A qué puede aferrarse el Sporting en lo que resta de temporada? El play-off es una quimera y la permanencia se puede dar por sentada, aunque todavía no sea matemática... Y eso que quedan tres meses para que acabe la temporada que se harán muy, pero que muy largos.