El Sporting de Gijón está intratable esta temporada en LALIGA Hypermotion. Y, este gran momento del cuadro asturiano está siendo aprovechado por jugadores como Nacho Méndez. El '10' de los rojiblancos está siendo una figura clave durante esta campaña, tras su falta de presencia el curso pasado debido a su grave lesión. El canterano ha respondido de manera vehemente a la confianza brindada por Miguel Ángel Ramírez.
Nacho Méndez ha querido sincerarse sobre el dulce momento que atraviesa el Sporting en una entrevista concedida a La Nueva España. Además de alabar la figura de su entrenador, Miguel Ángel Ramírez, y resaltar la importancia de disfrutar de los buenos instantes que brinda el fútbol.
El Real Sporting se encuentra instalado en la segunda plaza de la tabla clasificatoria con 32 puntos, a sólo 4 de diferencia con el actual líder, el Leganés. Un hecho que hace que los aficionados rojiblancos puedan soñar con el anhelado ascenso esta campaña y, que Nacho resalta como un objetivo a perseguir en agradecimiento a todo el apoyo que les ofrecen sus seguidores: "Para mí el ascenso no es un tabú. Claro que se puede. Tiene que ser un objetivo. Sabemos qué significa esta camiseta, lo que representa y la exigencia que tiene. Debemos devolver a la gente todo lo que nos da. En Salamanca vamos a volver a tener un partido de Copa en un campo lleno de rojiblanco".
El centrocampista quiso resaltar la buena relación que le une a Miguel Ángel Ramírez: "Todos los entrenadores tienen sus virtudes y sus defectos. Pero mi relación con él es buenísima: le estoy muy agradecido y aprendo mucho de fútbol y de lo que no es fútbol. Tiene una gestión del vestuario espectacular y una preparación de los partidos altísima. Además está rodeado de profesionales top. El equipo está ahí porque ha hecho muchas cosas bien".
Nacho Méndez no entendía la poca pasión y alegría que mostraron sus compañeros, tras la victoria obtenida ante el Eldense. Y quiso hacerles entender que hay que disfrutar de esos buenos momentos: "Les dije que eran unos tristes. Igual porque era lunes. Está bien acostumbrarse a ganar. Pero hay que ser conscientes de que las cosas no llegan por casualidad. Ganar cuesta mucho trabajo. Por eso, hay que disfrutar de las victorias y de esos momentos del vestuario, sin que eso despierte un exceso de confianza o suba el ego. Se lo decía en coña, pero ganar era muy importante. Somos segundos por nuestros méritos".
Sobre todo lo que rodea al mundo del fútbol afirmó que: "Soy un privilegiado. Claro que te pierdes cosas, pero todos en su día dejan de hacer cosas que les gustaría por hacer lo que creen que deben. Me gusta jugar al fútbol. Pero no me gusta tanto ser futbolista. Todo lo que conlleva. Soy un chaval normal, como cualquier chaval de 25 años de Luanco: disfruto de las cosas normales, los amigos, etc. Pero nada que pueda hacer o haya dejado de hacer se puede comparar a lo que estamos viviendo esta mitad de temporada en El Molinón, sin ir más lejos".